Saludo: Carlos Mesa destacó el apoyo de la comunidad internacional, cuyos representantes lo visitaron ayer
El presidente Carlos Mesa Gisbert advirtió ayer que las presiones regionales, sindicales y políticas han puesto bajo presión no sólo a su gobierno, sino que le están poniendo peligrosos plazos al sistema democrático que desde hace 21 años impera en el país.
Las declaraciones del Jefe de Estado fueron efectuadas durante su discurso de agradecimiento al saludo del cuerpo diplomático acreditado en el país que renovó su apoyo al estado de derecho.
Cuando algún líder sindical, personalidad de la política o un sector social augura a este gobierno un escenario de tiempo muy corto, cuando nos dicen que en 180 días el presidente Mesa caerá, o cuando nos dan un plazo de 90 días de tregua, no me están haciendo un mal augurio a mí como Presidente, están planteando la perspectiva peligrosa de ponerle un plazo a la viabilidad de un mecanismo democrático, advirtió el Primer Mandatario.
No puedo pretender, sería un grave error, que yo represento la democracia y que yo soy la unica opción en el contexto de entender democracia, sería una grave miopía; pero si este gobierno no tiene éxito, el mecanismo democrático que nos ha cobijado en los últimos 21 años corre serios riesgos, agregó.
Mala imagen de Bolivia
El Jefe de Estado aseguró que en las últimas semanas el país fue noticia de primer orden en los principales noticieros del mundo, pero lamentó que esa cobertura haya reflejado la posibilidad de una confrontación aun más grave de la que causó 81 muertos y medio millar de heridos en los días de la violencia política, según datos todavía no oficiales.
Antes de que el Presidente hiciera uso de la palabra, el decano del cuerpo diplomático, monseñor Ivo Scapolo, aseguró que Bolivia tiene la oportunidad de aprovechar la próxima Cumbre Iberoamericana que se realizará el 14 y 15 de noviembre en Santa Cruz, para recuperar y mejorar su imagen internacional.
Es un evento que permitirá a Bolivia, después de lo que ha acontecido las últimas semanas, recuperar y consolidar la credibilidad en el ámbito internacional, dijo el también representante personal de Juan Pablo II en Bolivia.
El momento que se está viviendo es difícil, pero al mismo tiempo puede ser un momento histórico, lleno de esperanza para el país. Creemos que esto es posible; por lo tanto, deseamos que su excelencia tenga mucho éxito durante su mandato constitucional, auguró el Nuncio Apostólico.
Mesa recibió la visita de los diplomáticos extranjeros no sólo como un gesto protocolar al inicio de su gestión presidencial, sino como un saludo de solidaridad y compromiso de los países amigos para un gobierno que comienza una tarea extraordinariamente difícil, en el seno de una grave crisis que debemos resolver para el bien del país.
Soy consciente de la extraordinaria responsabilidad que ello implica, de que cuando dije que nos estamos jugando el destino y el futuro no estaba haciendo retórica, sino que reflejaba exactamente la dimensión de los temas que el país tiene que afrontar, dijo el Primer Mandatario.
Oportunidad estrecha
Mesa llamó a los bolivianos a cerrar filas en torno a la defensa de la democracia y calificó la actual coyuntura política como una oportunidad muy estrecha y con grandes riesgos hacia adelante, y, si no nos comportamos a la altura del desafío histórico, podemos poner en riesgo no solamente la estabilidad del gobierno, sino el futuro de la nación.
En ese sentido, Mesa señaló que la comunidad internacional está muy preocupada porque se pregunta si su gobierno tendrá viabilidad, si podrá superar el trance y si las contradicciones surgidas tras el levantamiento popular de octubre que precipitó la caída del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada no deribarán en presiones que hagan insostenible la administración gubernamental que encabeza desde el 17 de octubre.
El Primer Mandatario también se refirió al referéndum vinculante para la exportación del gas y a la Asamblea Constituyente. Dijo que a través de esos instrumentos se escuchará la voz del pueblo.
De la Cruz y Quispe dicen que el Presidente debe escuchar
Los campesinos y los trabajadores de El Alto rechazaron ayer que sean parte de los sectores que presionan a la democracia, tal como advirtió el presidente Carlos Mesa Gisbert, y aconsejaron a éste escuchar la voz del pueblo.
El secretario ejecutivo de la CSUTCB, Felipe Quispe, sugirió que el Primer Mandatario, antes de denunciar presuntas acciones desestabilizadoras en contra del sistema de derecho, debería ocuparse, como Presidente de los bolivianos, de que los heridos de octubre tengan los medios para ser atendidos en los centros de salud.
Lamento que el Presidente no entienda lo que está pasando. Carlos Mesa y sus ministros no tienen ningún familiar que haya muerto durante la masacre de El Alto, ni entre los heridos, ellos no están de duelo y por eso ignoran el dolor por el que están pasando los familiares, dijo.
El dirigente campesino indicó que el Ejecutivo está obligado a responder a las víctimas, y consideró que el Jefe de Estado no debería quejarse, y le digo públicamente que los muertos nos obligan a exigir que Carlos Mesa dé soluciones a este tema.
Esto no significa que los campesinos estemos contra la democracia, agregó el Mallku.
Por su parte, el secretario general de la Central Obrera Regional de El Alto (COR), Roberto de la Cruz, aseguró que para los trabajadores y los pobres de este país la democracia está en peligro, pero no por el reclamo de los marginados, sino porque Carlos Mesa ha preferido gobernar con una rosca chilena y aplicar las políticas neoliberales que han sido derrotadas en las calles.
El sindicalista dijo que los trabajadores son los primeros interesados en preservar la democracia representativa, pero como un mecanismo que permitirá avanzar hacia una verdadera democracia, que es la participativa. Dijo que este sistema sí responderá a los intereses del país.