El Presidente y los jefes del MIR y de NFR emitieron un manifiesto con cuatro puntos: referéndum por departamentos para la exportación del gas, revisión de la Ley de Hidrocarburos, incluir la constituyente en la Carta Magna y democracia.
UNIDOS POR SEGUNDA VEZ Los líderes de la coalición aparecieron juntos en septiembre para firmar el Reencuentro. Ayer lo hicieron de nuevo para enfrentar la crisis social del país.
La coalición de gobierno envió anoche una señal de unidad al país y decidió convocar a un referéndum consultivo por departamento para establecer la política de exportación de gas, revisar la Ley de Hidrocarburos previa concertación con las petroleras para aumentar los ingresos del país, insertar la asamblea constituyente en la Carta Magna y reafirmar la decisión de preservar la democracia boliviana.
El presidente Gonzalo Sánchez de Lozada considera que esos cuatro puntos responden a las demandas de los movimientos sociales que, desde el domingo pasado, pidieron su renuncia. Por esa razón, considera que las protestas deberían cesar, caso contrario, demostrarían que el interés de los sectores es desestabilizar el sistema democrático.
En la quinta semana del conflicto y luego de haberse registrado la muerte violenta de más de 60 personas, la coalición lució la unidad que antes no mostraba. Sánchez de Lozada habló acompañado de los jefes del MIR y de NFR, Jaime Paz y Manfred Reyes Villa, respectivamente.
De hecho, Reyes Villa dudó hasta ayer sobre su apoyo al Gobierno e, incluso, el martes dijo que sus tres ministros estaban replegados hasta que el Primer Mandatario le respondiera positivamente a sus demandas.
Sin embargo, en su partido hay fisuras. Dos parlamentarios se declararon en huelga de hambre exigiendo la renuncia del Presidente y un viceministro renunció a su cargo.
A diferencia de Reyes Villa, Jaime Paz, el mismo lunes, le ofreció su respaldo al Primer Mandatario sin poner condiciones.
Ese mismo día renunció el ministro de Desarrollo Económico, Jorge Torres (MIR); le apoyó su hermano, el diputado y vocero mirista, Juan José Torres; y el alcalde de El Alto, José Luis Paredes (MIR) convocó a la gente a sacar del Palacio al Presidente.
Ese lunes comenzó con la ruptura del vicepresidente Carlos Mesa con el Poder Ejecutivo.
Sin embargo, poco a poco la situación política mejoró para el Primer Mandatario. Además de contar con el respaldo de la comunidad internacional y de las Fuerzas Armadas, ahora tiene el apoyo de sus dos aliados más importantes y anuncia medidas que ellos le sugirieron.
Lo que aún no se sabe si mejorará es la situación social. Los principales líderes opositores Evo Morales, Felipe Quispe y Jaime Solares rechazaron la suspensión de las protestas y, una vez más, exigieron la renuncia del Primer Mandatario.
Sánchez de Lozada en su discurso consideró anoche que nunca antes la democracia había estado en peligro como ahora. Luego, el Vocero Presidencial leyó el Manifiesto al pueblo de Bolivia del Gobierno de responsabilidad nacional y cambio, en el que se señalan las cuatro ofertas.
Esta decisión (...), que recoge las demandas sociales y programáticas del pueblo boliviano, debería servir para que desaparezcan las causas reales o aparentes de las protestas sociales. Si éstas persisten, será evidente que responden a intereses políticos, destinados a terminar con el régimen constitucional y con la unidad de la nación, dice el manifiesto del Gobierno.
Luego, el Primer Mandatario hizo referencia a la visita que Jaime Paz le hizo el lunes, en la que le habló de los temas que ahora contiene el manifiesto.
Habló de la revisión positiva y participativa con las empresas para modificar la Ley de Hidrocarburos para que todos salgamos ganando. Actualmente, las petroleras tributan el 18 por ciento al Estado.
Sobre el referéndum consultivo, señaló que Paz Zamora y Reyes Villa coincidieron en que sea departamental porque en Tarija no piensan lo mismo que en La Paz o en Oruro.
Sobre la constituyente que no está prevista en la Carta Magna dijo que ha llegado el momento de introducirla.
Nuestro interés número uno es preservar la democracia, el respeto a la ley y a los derechos humanos, dijo el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Los líderes del conflicto señalan que ya es tarde
Repercusión Los sectores mantendrán las medidas a pesar del discurso presidencial.
Evo Morales, Felipe Quispe, Jaime Solares y Roberto de la Cruz rechazaron las propuestas emitidas en el mensaje del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y dijeron que tanto el bloqueo de caminos como la huelga y las movilizaciones continuarán.
Mientras Goni no renuncie no hay ningún diálogo, declaró el jefe del MAS, Evo Morales, a la red Erbol. Aseguró que la propuesta gubernamental tiene el objetivo de distraer de los verdaderos problemas del boliviano.
No necesitamos referéndum para decidir sobre el gas y no se debe revisar la ley porque está en contraposición a la Constitución, aseguró Jaime Solares, secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), quien ratificó la posición invariable de las medidas hasta las últimas consecuencias. Además, pidió que tanto el embajador de Estado Unidos, David Greenlee, como Jaime Paz Zamora y Manfred Reyes Villa abandonen el país.
Por su lado, Felipe Quispe, secretario ejecutivo de la CSUTCB, afirmó que hubo muchos muertos y que esa sangre derramada es algo sagrado, de manera que no la podemos negociar. Nosotros no vamos a dialogar.
El secretario general de la Central Obrera Regional de El Alto, Roberto de la Cruz, comentó que lo único que ha hecho (el mensaje) es echar gasolina al fuego que está ardiendo. Tal vez era ésta la primera salida. Antes era una alternativa. Ahora es la renuncia del Presidente o nada. La ex defensora del Pueblo, Ana María de Campero, quien lidera una huelga de hambre, se limitó a decir que el movimiento ciudadano que encabeza se centra en el rechazo al uso desproporcionado de las fuerzas del orden.