Liderados por Felipe Quispe Huanca, unos dos mil campesinos comenzaron anoche una huelga de hambre en el Teatro San Gabriel, en Villa Adela de El Alto, demandando del gobierno el cumplimiento de un pliego antiguo. Hoy, en un ampliado, decidirán si inician o no el bloqueo de caminos en el altiplano.
La medida fue propiciada de manera sorpresiva por la Federación de Trabajadores Campesinos de La Paz y la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB),
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organizaciones que coordinan la protesta con la Federación del Transporte Interprovincial de La Paz.
A las 20.15, Quispe Huanca que firmaba centenares de actas respecto de la decisión pidió a sus asistentes un sleeping (cama térmica personal) y una frazada, con los que pasó la noche, a diferencia de los miles de sus compañeros, quienes durmieron sobre las butacas de un teatro que tiene un solo baño y no cuenta con suficiente ventilación. También se sumaron los dirigentes del transporte provincial Pedro Cussi Cussi y Lucio Guachalla Tacachira, entre otros.
Viejas y nuevas demandas
Según explicó a La Prensa Quispe Huanca, la huelga de hambre busca que el gobierno cumpla con el pliego de los campesinos que desde que se presentó, en 2000, nunca fue atendido. En él se consignaba la dotación de tractores, el saneamiento de tierras, la abrogación de la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y la eliminación del Decreto Supremo 21060 que facilita el libre mercado, más si se considera que en el país se venden productos transgénicos y foráneos en desmedro de los naturales nacionales.
Además, el Mallku, como también se le llama al dirigente, señaló que a las viejas demandas se agregaron asuntos como la anulación de la Ley de Seguridad Ciudadana referida a la prohibición de los bloqueos, la oposición a la eventual exportación de gas natural licuado a través de un puerto de Chile, o la objeción a la incorporación de Bolivia en el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Y un punto crucial es el pedido de liberación del secretario general de la Central de Campesinos de Cota Cota, Edwin Huampo, detenido en la cárcel de San Pedro por su presunta participación en el asesinato de un ladrón, ocurrido hace dos meses en Pucarani.
Por su parte, los transportistas del servicio interprovincial piden la construcción de dos terminales provinciales en La Paz. Según explicó el secretario ejecutivo del sector, Cussi Cussi, las instalaciones deberán estar ubicadas en predios de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB, detrás del Cementerio General, en la avenida Entre Ríos) y de la Fábrica Municipal de Tubos, en Villa Fátima.
Los choferes reclaman además la construcción y reparación de vías interprovinciales.
Anoche, el viceministro de Asuntos Campesinos, Ernesto Muñoz, dijo que el gobierno está dispuesto a iniciar un diálogo con los campesinos; éstos están de acuerdo.
Señaló que varios puntos serán atendidos, entre ellos el referido al caso de Huampo, cuya situación será evaluada por un equipo de abogados de su despacho. También dijo que el gobierno ya tiene cómo resolver la rebaja de intereses que piden los campesinos para la compra a crédito de tractores, entre otros asuntos.