Los conflictos internos entre ambos partidos, constituyen el mayor escollo para afianzar un pacto.
Convencido de que tienen la necesidad de unirse para defender los intereses de los bolivianos, porque representan a los pueblos originarios y sectores populares del país, el Movimiento Al Socialismo (MAS) trabaja en la posibilidad de concretar una alianza parlamentaria con el Movimiento Indígena Pachacuti (MIP). Juntos pretenden conformar una oposición para hacer frente a la aplastante mayoría que ahora tiene el oficialismo.
El jefe nacional del MAS, Evo Morales, confesó que existen muchas diferencias sindicales e incluso ideológicas con su hermano Felipe Quispe, pero que ahora, ante la unión de los enemigos de Bolivia, están en la obligación de realizar una alianza de sangre para tener en el Parlamento una oposición fuerte y decidida a defender con todos los recursos posibles los intereses nacionales.
Morales indicó que el MAS y el MIP tienen una alianza natural porque el partido de Felipe Quispe representa a los pueblos indígenas aymaras de La Paz, en tanto que el MAS representa a los pueblos indígenas del altiplano, del valle, del oriente y también a los intelectuales de la clase media trabajadora.
Explicó que en el marco de esa afinidad natural se está trabajando y puliendo una línea de acción conjunta del MAS y del MIP dentro del Congreso Nacional para defender al pueblo boliviano, aunque reconoció que existen varios aspectos que salvar para concretar una alianza parlamentaria entre estos dos partidos de corte indigenista y popular.
Sin embargo, adelantó que habrá un gran entendimiento entre parlamentarios del MIP y del MAS pese a las diferencias que tienen en el plano sindical y de las luchas sociales Felipe Quispe y Evo Morales.
Contra el colonialismo
Morales hizo notar que nunca peleó con Felipe Quispe pese a que muchas veces fue agredido, ofendido y despreciado públicamente por el jefe del MIP y que tampoco tiene la intención de enfrentarse con el Mallku, porque explicó que su pelea es con los representantes del colonialismo interno y externo.
Nuestra lucha-dice Morales- no es contra el MIP sino contra los enemigos y traidores de Bolivia, porque no puede ser que se esté pensando en refinar el petróleo en Chile, "eso por ejemplo ya es mucha tontería, añadió.
Son precisamente esas cosas, dijo Evo, que están llevando no sólo al MAS y al MIP a unirse sino a todo un pueblo que siente y ama a su país.
Evo adelantó que la próxima semana visitará personalmente a Felipe Quispe para conversar y terminar de pulir la línea de unidad que pretende sellar en el Parlamento entre el MAS y el MIP, pese a las diferencias personales, sindicales y hasta ideológicas que puedan tener.
Una oposición fortalecida
Evo Morales considera que con el ingreso de NFR al oficialismo la oposición no perdió fuerza, sino por el contrario quedó fortalecida toda vez que considera que la oposición no sólo es el MAS y el MIP, sino todo el pueblo boliviano que expresó su rechazo al modelo y al actual Gobierno.
Considera que la oposición es todo un pueblo, la oposición dentro del Congreso Nacional no se siente disminuida sino fortalecida, porque antes la NFR jugaba a dos cartas, pues ante la opinión pública aparecía como opositora y por debajo siempre negociaba.
Adelantó una tenaz oposición a todos los proyectos de ley que vengan de la oligarquía que atenten a los intereses nacionales sobre el gas, el agua y de todos los recursos naturales renovables y no renovables.
A puñete y chicote
Consciente de que ahora en el Parlamento hay una mayoría oficialista suficiente, Morales indicó que el MAS y el MIP están dispuestos a recurrir incluso a los puñetes y a los chicotazos para hacerse escuchar y para evitar que se imponga el rodillo parlamentario en temas que afecten los intereses del pueblo boliviano.
Recordó que sus compañeros parlamentarios del MAS y del MIP ya recurrieron al chicote y a los puños para bajar la soberbia del oficialismo. Si es necesario vamos a agarrarnos a puñetes para bloquear esas leyes que salen para perjudicar a los bolivianos, agregó.
Explicó también que combinarán la resistencia parlamentaria con las luchas sociales para hacerle sentir al oficialismo que hay una oposición fuerte capaz de defender los derechos e intereses de la Patria.
Conflictos internos el mayor escollo
Las disputas personales entre los diputados del Movimiento Indígena Pachacuti (MIP) Felipe Quispe y Germán Choquehuanca, constituyen el principal escollo que deben vencer para conformar un pacto o una alianza con el Movimiento Al Socialismo (MAS) liderizado por Evo Morales.
Así reconocieron dirigentes de ambos partidos, al señalar que hoy más que nunca deben mantener la unidad de los sectores campesinos en la nueva legislatura 2003-2004, para no ser avasallados por el oficialismo, ahora fortalecido con la Nueva Fuerza Republicana.
Quispe y Choquehuanca, mantienen una guerra aparte, que debilitó la acción de los partidos de oposición en los últimos meses, al extremo de que el Mallku, desapareció virtualmente de las sesiones parlamentarias.
Pese a que tanto el Mallku, como Evo Morales, anunciaron que no temen a la nueva coalición, es evidente que la oposición se encuentra debilitada, no sólo por la composición numérica de las bancadas del oficialismo, sino por la propia actitud de los parlamentarios indígenas, que se encuentran enfrascados en sus propios conflictos, aspecto que fue capitalizado por el oficialismo que no tuvo mayores inconvenientes incluso para la aprobación de leyes.
Una reunión entre los dos partidos, podría registrarse en forma paralela al reinicio de las sesiones parlamentarias, para definir el rol que jugarán en este nuevo período legislativo.
La clase política requiere un proceso de maduración
María Teresa Zegada
El lugar donde se debe producir la deliberación política, la confrontación política y la búsqueda de consensos es el Parlamento Nacional. En esa medida, me parece muy saludable que el Movimiento Al Socialismo (MAS) y el Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) se unan para expresar las posiciones de los sectores a los que representan, para poder exponer su punto de vista y posición ideológica sobre los temas que se puedan tratar.
El ingreso de NFR al Gobierno ha provocado una suerte de reproducción del rodillo parlamentario del oficialismo y ante eso la oposición también está tomando sus recaudos para poder hacer frente a este oficialismo.
El asunto está en que los conflictos y problemas que son de carácter político y de posiciones ideológicas se procesen dentro el Parlamento y no salgan a la sociedad. Con esto quiero decir que el MAS y el MIP ejerzan su lugar de representación en el Congreso, pero que no trasladen los conflictos a las calles porque no han sido atendidos en el Legislativo.
Por otra parte, toda nuestra clase política, y ahí también están los de la oposición, todavía necesitan un proceso de maduración democrática porque la democracia no es solamente confrontación sino también la búsqueda de consensos. Por eso lo ideal sería que en el Parlamento se busque un mecanismo para generar consensos, de ceder ante algunas demandas de ciertos sectores de manera que se logre una concertación que beneficie a la democracia.
El problema de esta oposición es que ambos partidos, el MAS y el MIP, son organizaciones con fuerte raíz sindical, pues se han generado a partir de la CSUTCB y del movimiento de los cocaleros y las disputas que hay entre estos sectores sindicales, se traducen después en el plano político parlamentario.
Por eso, ésta es una alianza estratégica, porque ante la arremetida del oficialismo, han encontrado ciertos puntos de coincidencia, el problema es que estas coincidencias no son sólidas en la medida en que las disputas entre Evo Morales y Felipe Quispe, como dirigentes sindicales, han sido, son y siguen siendo permanentes. Lamentablemente ellos mezclan el plano sindical y el político, por lo que es una alianza muy frágil, va resultar muy ficticia el momento en que se vayan a debatir los intereses políticos de cada uno de ellos.
María Teresa Zegada
Analista política