El gobierno prepara un gigante aparato militar y policial para sofocar el bloqueo de caminos anunciado por los cocaleros del Chapare. Días atrás envió una tropa de 600 policías armados al cuartel de Chimoré. Por su parte, los productores de coca preparan palos y piedras para que su protesta tenga éxito.
El dirigente Evo Morales, líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), planteó al Presidente de la República una pausa en la erradicación de cultivos de coca; el gobierno, sin embargo, condicionó esa suspensión al resultado de un estudio del consumo legal de esa hoja en Bolivia.
El diálogo sobre una política de la coca llegó a un punto muerto después de cinco reuniones de alto nivel y una veintena de encuentros en comisiones.
Hasta ayer, el Ministerio de Gobierno, a través del Viceministerio de Defensa Social, había dirigido el diálogo entre autoridades y los cocaleros. Sin embargo, a partir del martes el asunto pasó a manos del ministro de Defensa Freddy Teodovich, quien se encargó de aclarar la posición del gobierno respecto de la amenaza de conflicto social.
Represión absoluta
Cualquier acción que atente contra el derecho, en este caso particular, de los habitantes, de moverse libremente, va a ser absolutamente reprimida porque va contra la ley (...) En ese marco es que las Fuerzas Armadas actúan en coordinación incluso con la Policía, advirtió ayer Teodovich.
Los ministros de Defensa, Freddy Teodovich, y de Gobierno, Alberto Gasser, el comandante de la Policía Nacional, general Édgar Pardo, y el viceministro de Régimen Interior, José Luis Harb, mantuvieron una reunión el lunes y martes para analizar el inminente conflicto social y preparar las formas de controlarlo y sofocarlo.
Los Tiempos de Cochabamba reportó que cerca de 600 policías llegaron en los últimos días a Chimoré para integrar la nueva Unidad Operativa del Trópico (UOT), cuya misión es similar a la que desempeñaba la disuelta Fuerza de Tarea Expedicionaria: coadyuvar a las tareas de erradicación y evitar el bloqueo de caminos.
La nueva unidad policial está comandada por el coronel Jaime Butrón y tiene su cuartel principal en Chimoré, en los predios donde están acantonados los efectivos de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar), de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) y la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Los planes de los cocaleros son iniciar el bloqueo de caminos el 13 de enero con la participación de sindicatos de obreros y empleados en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Asimismo, anunciaron que el 50 por ciento de los cocaleros viajará a Cochabamba y el resto se quedará en sus chacos, pero ambos participarán en los bloqueos de calles y carreteras.
Evo y las FF.AA.
El diputado Evo Morales anunció el martes una reunión con el comandante del Ejército, general Juan Véliz, quien supuestamente le esperaba a las cinco de la tarde.
La intención del dirigente cocalero era pedir al Comandante del Ejército que evite los enfrentamientos en el Chapare así como la represión a los campesinos en el bloqueo de caminos.
Sin embargo, el jefe de la Dirección de Comunicación Social del Ejército (Dicose), coronel Remberto Siles, explicó que en la agenda del general Véliz Herrera no figuraba ninguna reunión con el diputado Evo Morales.
De manera oficial le comunico que no existe esa reunión, es falsa esa información, es imposible, informó el coronel Siles, quien dijo además que Evo Morales ni siquiera pidió ser recibido.
El diputado cocalero, por su parte, se descargó con el argumento de que había concertado una reunión con el general Véliz desde el año pasado a través del coronel Víctor Cossío. Finalmente Morales Ayma explicó que suspendió su reunión con Véliz porque el Alto Mando se asustó.
El Mando militar no va a recibir ni al señor Evo Morales ni a ningún dirigente cocalero; en todo caso si él quiere tener una reunión debe acudir a las instancias del Poder Ejecutivo, incluso a mi autoridad, que estoy dispuesto a recibirlo, comentó Teodovich.
El Ministro de Defensa declaró que las Fuerzas Armadas no se prestan ni se prestarán a ningún juego de interes.
El Mallku abandona a los cocaleros de Evo
Ellos (los cocaleros) se automarginan, se van a salir del marco sindical. Si es que si lo hacen (el bloqueo), lo harán por su propia cuenta, nadie les va a apoyar.
Con esa sentencia, el secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Felipe Quispe, el Mallku, abandonó oficialmente al movimiento cocalero dirigido por el también diputado Evo Morales Ayma.
Las federaciones campesinas afiliadas a la Central Única realizaron un ampliado nacional el lunes. Sin embargo, las seis federaciones del Chapare no participaron de ese importante encuentro sindical.
Los campesinos del trópico y los del altiplano no se unen a pesar de que existen más coincidencias que discrepancias en sus demandas frente al gobierno.
En defensa del coqueo
El ampliado sindical de la CSUTCB emitió un pliego petitorio que incluye la elaboración de una ley de consumidores de coca, instrumento mediante el que se pretende defender a los acullicadores de los altos precios que fija la libre oferta y demanda para la venta de esa hoja.
Una ley de tierra y territorio, la sustitución de la Ley INRA, la expulsión de las organizaciones no gubernamentales de las comunidades campesinas, el rechazo al Alca, la oposición a la venta del gas y la salida de las organizaciones gringas del territorio boliviano son los pedidos de los campesinos del altiplano.
Tras de los tractores
Los campesinos declarados en un estado de emergencia de 30 días, que se inició ayer, pusieron énfasis en la entrega de los tractores prometidos por el anterior gobierno a ese sector.
El ministro de Agricultura, Arturo Liebers, se reunió ayer con el Mallku para considerar sus demandas. Pero la dirigencia campesina señaló en forma enfática que la solución a sus requerimientos pasa por la entrega de la maquinaria en el plazo establecido.
Liebers adelantó que se tiene gestiones con España, Brasil y China para obtener créditos por más de 15 millones de dólares con el objetivo de financiar la compra de maquinaria agrícola.