¿Queremos que la ciudad siga creciendo? (Los Tiempos, 07.04.2014)

Los últimos años las alcaldías del eje metropolitano de Cochabamba han lanzado ordenanzas  que amplían sus manchas urbanas con la finalidad de ampliar su universo de contribuyentes, puesto que las áreas rurales están exentas del pago de impuestos y esto va en desmedro de sus arcas.

El gran problema radica  en que estas ampliaciones no han sido hechas dentro de un programa o estudio urbanístico y muchas zonas potencialmente agrícolas ahora están dentro de lo que se denomina “mancha urbana” sin considerar que gran parte de los alimentos que se consumen en la ciudad provienen de estos lugares. La codicia de los loteadores  está disminuyendo nuestra área agrícola y las autoridades y técnicos ediles solo se enfocan en el rédito económico que representa el parcelamiento de la tierra.

Es importante señalar que existen leyes y decretos que prohíben el cambio de uso de suelo de las áreas productivas sin estudios previos, pero estas al igual que la ley que protege a los molles solo está en los papeles y discurso de los que se llenan la boca cuando hablan de la seguridad y soberanía alimentaria o de defensa del medio ambiente.

¿Queremos que la ciudad siga creciendo?  ¿Queremos cambiar las parcelas agrícolas por calles  y cemento? ¿Hasta cuándo no nos daremos cuenta de que es imprescindible proteger nuestras tierras que nos dan de comer? Creo que es importante que las leyes se cumplan no solo porque debe ser así, sino porque el futuro de nuestra alimentación y la de nuestros hijos está en juego.  Es hora de que el discurso pachamamista pase de las palabras a los hechos y es hora de que las autoridades le pongan el marcapasos al corazón de la madre tierra antes de que esta colapse.