Propietarios piden frenar loteamiento (Los Tiempos, 21.01.2014)
Anuncian acciones legales ante la fiscalía por toma ilegal de tierras en la angostura.
Cansados por los constantes amedrentamientos y la ocupación progresiva desde hace dos años de más de 200 hectáreas de terreno pertenecientes a la urbanización Canelas, ubicada en La Angostura, la familia del mismo nombre solicita a las autoridades departamentales tomar cartas ante el asunto y respetar su derecho propietario consolidado después de la reforma agraria.
“Son aproximadamente unos 80 loteadores, quienes están asentados en el sector de La Angostura, zona Canelas, desde hace unos dos años (…) sobre una superficie de aproximadamente de 250 hectáreas, emplazados en casas precarias o cuartuchos construidos en su mayoría de adobe”, explicó Marcelo Canelas, uno de los propietarios iniciales del área ocupada, cuya venta fue realizada en 2004 a la Mutual de Seguros de la Policía Nacional (Musepol).
A ello se suma que en las últimas cuatro semanas otro grupo de personas ingresó a un segundo sector de la propiedad e instaló presencia en la zona, originando alarma en los comunarios de la región, quienes también se encuentran afectados por la presencia ilegal de loteadores.
“Ahora están entrando al resto de la propiedad que es nuestra y están queriendo emplazar casas. Han metido material de construcción, no dejan pasar a la gente siendo una urbanización que ha sido aprobada, no dejan que los interesados vayan a ver”, denunció Canelas a tiempo de asegurar que otras 600 hectáreas adicionales se encuentran en peligro de ser loteadas.
La presencia de los avasalladores ocasionó que la producción lechera que se realiza en la zona también sea perjudicada, al igual que la paz y tranquilidad de los habitantes.
Zona urbana
Canelas acotó que la Alcaldía de Arbieto certificó, en agosto de 2013, que el área ocupada por la familia del mismo apellido fue catalogada como área urbana y cuenta con una ordenanza de cambio de uso de suelo.
A ello se suma que la urbanización Canelas tributa impuestos al municipio de Arbieto bajo la categoría de área urbana.
Sin embargo, el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) se encuentra en pleno proceso de saneamiento de la misma desde 2003, acción que, según Canelas, es improcedente ante la catalogación de la misma como zona urbana por la instancia municipal.
Asimismo, el propietario denunció la actitud asumida por el INRA, cuyos funcionarios, aseguró, incluso realizaron un llamado a las loteadores para instalarse en la zona.
“Se dan a la tarea inclusive en feriados y domingos de ir a alentar a la gente que vayan a trabajar en el lugar con el argumento de que van a venir a inspeccionar de La Paz y ellos tienen que demostrar que cumplen su función económica social”, aseveró al respecto.
Finalizó afirmando que ante el proceso de saneamiento iniciado por el INRA se solicitó la nulidad del proceso con todos los argumentos expuestos; sin embargo, ésta fue rechazada.
Canelas anunció que se iniciarán las acciones penales correspondientes por el avasallamiento de propiedad privada a tierras catalogadas como urbanas y con el respectivo derecho propietario ante la Fiscalía.
Cronología del avasallamiento
La familia Canelas es propietaria de los terrenos, ahora loteados, desde hace 100 años. Entre tanto, su derecho propietario a favor del señor Carlos Canelas, se materializa posterior a la reforma agraria.
En 2004, 250 hectáreas de propiedad de la familia Canelas fueron vendidas a Musepol. Posteriormente, las mismas fueron loteadas por 80 personas hace dos años. Tras ello, hace un mes, otro grupo ingresa a otra zona aledaña para ampliar la posesión.
El Ministerio de Planificación también se manifestó al respecto en 2011, indicando que la Alcaldía de Arbieto es la responsable de pronunciarse al respecto. Producto de ello, en agosto del 2013, dicho municipio certificó al INRA que la propiedad es considerada urbana.
Sin embargo, tras el pedido de nulidad de saneamiento solicitado por la familia Canelas en 2013, ésta se manifiesta y rechaza el pedido, entre tanto continúan los amedrentamientos de loteadores.