Pausa en conflicto por tierras en Pandoja (Los Tiempos, 02.05.2014)
Un grupo de jóvenes de la OTB Franz Barrios, resguardan terrenos que son pretendidos por la comunidad de Pandoja, ayer. – Carlos López Gamboa Los Tiempos
La comunidad de Pandoja y la OTB Franz Barrios, pertenecientes al municipio de Quillacollo, llegaron a un cuarto intermedio después de enfrentarse el miércoles por el derecho propietario de tierras fiscales; sin embargo, ambas partes permanecen en estado de emergencia.
El presidente de la OTB Franz Barrios, Jesús Portillo, aclaró que todos los predios fueron comprados. “Lo único que pedimos es la homologación”, dijo, a tiempo de acusar a la comunidad de Pandoja de demoler varias viviendas durante los últimos seis años.
Por su parte, el presidente del sistema de agua potable de Pandoja, Pastor Guzmán, afirmó que no se permitirá el avasallamiento a estas áreas agrícolas, ya que se estaría atentando contra la seguridad alimentaria de sus hijos.
Portillo manifestó que se espera establecer una mesa de diálogo el lunes, para solucionar el problema. “Si no hay solución tomaremos posesión de los predios con actas y documentos, y el pozo perforado por el Proyecto Mi Agua III”, dijo.
Pobladores de la Mancomunidad pidieron que estas tierras se munipalicen para que pasen a propiedad del municipio de Quillacollo como áreas destinadas a la construcción de canchas deportivas, hospitales y colegios.
Entre tanto, Guzmán aseveró que no se propiciará ningún tipo de confrontación siempre y cuando no se avasallen las tierras agrícolas. Pidió a las autoridades del municipio de Quillacollo y la Gobernación convocar al diálogo para solucionar el problema que data de aproximadamente 15 años.
Según contaron algunos vecinos de Franz Barrios, el conflicto surge cuando la Cooperativa Agropecuaria Pandoja, de donde nace la OTB Franz Barrios, se presta la personería jurídica de la comunidad campesina de Pandoja a cambio de cederles mil metros de terreno. Posteriormente, se anula el título, pero el proceso por el derecho propietario continúa en debate en instancias del INRA.
Desmienten acusaciones
Debido a varias denuncias por “tráfico de tierras”, la concejal secretaria de Quillacollo, Johanna Tordoya, afirmó ser víctima de la Cooperativa Agropecuaria Pandoja de la que el año 2004 compró, por un total de 2 mil dólares, un terreno que se encuentra en el área de conflicto, donde actualmente reside.
“No sólo yo fui engañada por la cooperativa, sino 168 familias que tienen sus construcciones que datan de más de 20 años. Esta cooperativa con un título falso nos hace la venta a toda la gente con documentos privados, recibos y minutas. Ya hicimos la denuncia”, afirmó Tordoya.
Por otro lado, aclaró que el monto de dinero de la venta de terrenos asciende a un millón y medio de bolivianos, donde no existe título alguno a nombre de la cooperativa, por lo que “no tiene derecho propietario ni está registrado en Derechos Reales”, dijo.