Minas: se disparan en 697% las cesiones a cooperativistas (Fundación Tierra, 9.07.13)
Martes, 09 de Julio de 2013 08:43 | Escrito por Los Tiempos |
En los últimos seis años, la cantidad de yacimientos mineralógicos entregados a las cooperativas mineras se incrementó en 697 por ciento, según datos del Viceministerio de Cooperativas, recopilados por el experto y exministro de Minería, Dionisio Garzón.
La cifra subió de 47.153 hectáreas, otorgadas el 2006, a 375. 074 concesionadas hasta abril pasado en los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí para la explotación artesanal de complejos de plomo, plata, zinc, estaño, wólfram, oro, cobre, bismuto y no metálicos.
Según el “Diagnóstico del sector Minero”, elaborado por el investigador del Cedla Pablo Poveda, en 1995 había en Bolivia 690 cooperativas con 33.180 socios, a la fecha el número de cooperativas se incrementó por encima de las 1.200 unidades productivas que acogen a alrededor de 120 mil socios.
Poveda hace notar que el año 2010 la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) empleó a alrededor de 6 mil trabajadores, la minería chica a 2.213 y la minería mediana a 5.445 obreros.
En el departamento de Cochabamba, entre el año 2010 y el primer trimestre de la presente gestión, la extensión de yacimientos mineralógicos otorgada a cooperativas mineras se incrementó de 897 a 6.275 hectáreas, según estadísticas del Servicio Geológico Técnico Minero (Sergeotecmin), regional Cochabamba.
Mientras que las empresas mineras privadas del departamento, que para 2010 tenían en concesión 1.200 hectáreas, para el primer trimestre de este año lograron adjudicarse 3.950, un crecimiento menor “debido a la falta de seguridad jurídica y al riesgo permanente de sufrir avasallamientos”, según el presidente de la Cámara Departamental de Minería, Javier Bellot.
Para el analista económico Pedro Vacaflor, el talón de Aquiles de la minería cooperativa está en las condiciones artesanales de explotación, en la falta de planificación y previsiones, mala alimentación, proliferación de enfermedades mineras e inexperiencia en el manejo de explosivos, que provocan accidentes y muertes.
Añade que son pocas las cooperativas que cuentan con “una política de seguridad industrial” y, en muchos casos, los trabajadores no cuentan ni siquiera con ropa de trabajo.
La silicosis y el reumatismo continúan siendo las principales enfermedades del trabajo minero, debido a que la mayoría trabaja sin respiradores o máscaras de protección, y por la posibilidad de contar con una perforadora con aire y agua que es inalcanzable por el elevado costo.
El incremento de concesiones es justificado por el presidente de la Confederación de Cooperativas de Bolivia, Albino García, quien señala que cada año que pasa también se incrementa el número de cooperativas y de socios, convirtiéndose en una fuente importante de empleo.
En criterio de Garzón, el “crecimiento desmesurado” de cooperativas mineras no refleja una adecuada política de crecimiento y desarrollo del sector minero nacional.
“Si bien la generación de empleo es una señal positiva en un país con altos índices de desocupación, optar por la minería informal cooperativa como punta de lanza del sector, como se pretende, es relegar la generación de empresas mineras y grandes operaciones mineras en el país a un segundo plano”, sostiene.
Advierte que si las cooperativas mineras no formalizan sus operaciones para migrar a la conformación de empresas cooperativas, con deberes y derechos técnicos y tributarios, como cualquier empresa minera, el futuro del sector minero será incierto porque crecerá la minería informal y las nuevas inversiones no llegarán al país, ni se generarán nuevos proyectos mineros de la talla del proyecto San Cristóbal.
Para Bellot, el futuro de la industria minera en Bolivia “es muy complejo» ya que la actividad de las cooperativas es espontanea y responde a estímulos del mercado internacional. «El día que los precios bajen, veremos el blindaje que tienen”, señala.
Avasallamientos
• Entre los años 2004 y 2010, al menos 201 concesiones mineras fueron avasalladas por cooperativas mineras, comunidades campesinas o indígenas, según la Cámara Nacional de Minería.
• La causa de las tomas se explica por los altos precios. Los avasalladores se justifican señalando que la Constitución Política el Estado les da derecho a participar y beneficiarse de la explotación minera.
• Los empresarios mineros rechazan que muchas de las minas sean trabajadas actualmente por los avasalladores.
COMPARANDO DATOS DE 2012 Y 2011
Suben en 3,6% las regalías mineras para Cochabamba
En la gestión 2012, las regalías mineras para el departamento de Cochabamba subieron en 3,6 por ciento, según datos del Servicio Nacional de Registro y Comercialización de Minerales (Senarcom).
El año pasado, el departamento recibió 10,20 millones de bolivianos, por concepto de regalías mineras, es decir 374 mil bolivianos más que los 9,86 millones captados en 2011 de parte de las 44 cooperativas mineras, las cinco empresas privadas y las dos estatales.
El incremento se explica por la actividad cada vez más pujante de las cooperativas mineras, asentadas principalmente en los municipios de Mizque, Ayopaya, Arque, Tapacarí y Capinota, según el jefe departamental del Senarecom, Nelson Fernández.
Comentó que los centros mineros como Kami (en Ayopaya), Asientos y Quioma, históricamente conocidos por su explotación minera, fueron cerrados por la crisis de 1985 y reabiertos los últimos años por cooperativistas mineros que asumieron su administración.
Las principales vocaciones mineras de Cochabamba se expresan en la explotación de importantes volúmenes de complejos de plata, plomo y zinc; de wólfram y estaño; además de yeso y piedra caliza para la industria de la construcción.
De acuerdo al Decreto Supremo 29577, el 85 por ciento del total de regalías recaudadas benefician a la Gobernación de Cochabamba y el 15 por ciento restante a los municipios productores.
Las cooperativas y empresas mineras pagan diferentes porcentajes de regalías, así por ejemplo por la explotación y comercialización de yeso pagan uno por ciento; por piedra caliza, 2,1 por ciento; por estaño, wólfram y antimonio, un 3 por ciento, respectivamente; por hierro, un 2,4 por ciento; por plata, un 3,6 por ciento, y por zinc, un 2,3 por ciento, de su valor comercial.
Hasta el primer trimestre del año, las regalías mineras captadas para el departamento totalizan 2,52 millones de bolivianos, de los cuales los mayores aportantes son los emprendimientos mineros asentados en el municipio de Mizque, con 1,85 millones de bolivianos; Ayopaya, con 456.699 bolivianos, y Arque, con 138.645 bolivianos.
Fernández estimó que al ritmo que van desarrollándose las actividades mineras, particularmente en el sector cooperativo, las regalías mineras a fin de año podrían superar los 11 millones de bolivianos.
ENTREVISTA
José Pimentel Rojas. Exministro de Minería y exdirigente de la FSTMB
Lo que buscan es liquidar a la minería estatal
En 1985, Víctor Paz anunció la muerte de la minería, hoy la minería goza de buena salud; sin embargo, la política neoliberal aplicada desde ese entonces hasta el 2006 dejó su huella.
No se trataba de liquidar a la minería en general, sino al sector estatal y, particularmente, a los trabajadores agrupados en la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia. A 20 años de aplicarse ese modelo, la estructura del sector cambió radicalmente. La participación del sector estatal era nula, teniendo la minería “mediana” una participación de 80 por ciento y el sector cooperativo 20 por ciento. En ese entonces las exportaciones mineras bordeaban los 400 millones de dólares anuales.
Desde otra perspectiva, Comibol transfirió a la Minería Mediana 30.290 pertenencias mineras y varios desmontes. Del mismo modo, transfirió a las Cooperativas Mineras 31.076 pertenencias fuera de niveles, desmontes y socavones, todas se encontraban en operación.
Las propiedades con las que se quedó Comibol son áreas que necesitan ser exploradas. La única empresa que tenía Comibol en 2006 era Huanuni, revertida al Estado después de la quiebra de Allied Deals y RBG, con un área de producción limitada por las muchas que se dieron a los cooperativistas en el mismo yacimiento.
Hoy, la situación ha sufrido un cambio cuantitativo. El Estado tiene una participación de 6 por ciento, la Minería Mediana 69 por ciento y las Cooperativas un 25 por ciento. Hoy las exportaciones superan los 3.871 millones de dólares y la minería vive una época de auge. Sin embargo, el crecimiento de la minería se debe al incentivo de la subida de los precios y para realizar una acción inmediata sólo se puede recurrir a los yacimientos conocidos. Por eso se explica el crecimiento del sector cooperativo, que con un despliegue de la fuerza de trabajo ha crecido, sin haber invertido recursos necesarios en prospección y exploración.