México: Más asentamientos ilegales por falta de vivienda formal (Milenio, Mx, 27.09.2013)
La falta de acceso a la vivienda formal ha ocasionado la proliferación de asentamientos irregulares, muchos de los cuales se ubican en zonas protegidas o de riesgo, de acuerdo con el Centro Impulsor de la Construcción y la Habitación (CIAHC).
Según datos de la Secretaría de Desarrollo Social, al año se generan en México poco más de 80 mil casas en áreas irregulares.
El CIAHC considera que algunas de las acciones para mejorar la situación de las viviendas en zonas irregulares son los procesos de regularización para incorporarlos a la formalidad (pago del predial y cooperaciones por obras) para que se les pueda dotar de los servicios, equipamiento y el rescate del espacio público.
Por lo tanto es necesaria una política de consolidación de barrios de pobreza; cifras de la Coneval indican que en México 45.5 por ciento de la población vive en condición precaria, es decir, 53.3 millones de personas, esto en 2012.
El centro impulsor señala que el proceso de urbanización ha ocasionado que el país cuente con 59 zonas metropolitanas conurbadas cuyas autoridades adolecen de los medios para alcanzar la “gobernanza” en un territorio donde comparten contaminación, basura, transporte, seguridad y crecimiento descontrolado.
Dice que lo anterior demanda adecuaciones al marco jurídico en la Ley General de Asentamientos Humanos, la Ley de Planeación y la de Vivienda, entre otras, y un cuarto nivel de gobierno.
Como parte de este acelerado proceso, una de las grandes repercusiones al país es el caótico crecimiento urbano y la dispersión, ocasionada tanto por la vivienda “formal” como por la proliferación de asentamientos humanos, lo que ha dado como resultado que estas poblaciones se dupliquen en los últimos 30 años. La mancha urbana creció en promedio siete veces, pero en algunas ciudades lo ha hecho hasta 24 veces.
Destaca que los proyectos estratégicos de infraestructura urbana son el motor de una renovación económica al conectar comunidades y ciudades, aumentar el empleo y generar crecimiento.
Por eso señala que se debe de contemplar el desarrollo urbano desde la óptica del desarrollo regional y del sistema de ciudades como eje central de la competitividad que el país demanda.
En nuestro país más de 70 por ciento de la población vive en ciudades y en ellas se genera más de 80 por ciento del PIB y de la productividad nacional.