Más denuncias de agresión apuntan a avasalladores en Achocalla (Cambio, 29.03.2015)
Las víctimas de la toma de tierras en Achocalla sienten que una simple visita a sus propiedades pone en riesgo sus propias vidas.
Insultos, atropellos y agresiones tienen que tolerar los ciudadanos de la tercera edad, cuyos predios fueron avasallados en el sector Huancarani de la localidad Achocalla.
Es el caso de la señora Blanca Bustillos, adjudicataria de la tercera edad, quien informó a Cambio que evita ingresar al predio por temor a que le tomen de rehén.
“Hace cuatro años que estamos luchando con esta situación. Fui testigo de vivir una situación incómoda de inseguridad. En dos oportunidades tratamos de ingresar al predio juntamente con una vecina y experimentamos un ambiente hostil que representa un riesgo”, aseguró Bustillos.
Ocurre que cuando alguien intenta visitar el sector, un grupo de supuestos comunarios lanza petardos en señal de alarma, todos salen y a través de una violenta turba amedrentan a los afectados. Ya se registraron ocasiones en las que hubo golpes y amenazas.
Tráfico de tierras
“Nuestra cuidadora, quien además está sufriendo amenazas sólo por tener tratos con nosotros, nos llamó para alertarnos que los cabecillas de este grupo de avasalladores lleva a compradores a mostrar nuestros terrenos, hecho que evidencia que este grupo de ‘tomatierras’ busca lucrar a costa de nuestro sacrificio de tantos años”, lamentó la entrevistada.
Actualmente, 20 hectáreas de lotes pertenecientes a la Cooperativa de Trabajadores Jubilados del Servicio Nacional de Caminos enfrentan un proceso irregular de ocupación.
Este grupo de supuestos comunarios intenta a toda costa apropiarse de los terrenos con el único propósito de comercializarlos.
A espaldas de los adjudicatarios este grupo de supuestos comunarios iniciaron un proceso de estelionato. Argumentaron que los predios estaban en total abandono, cuando las víctimas comprobaron que tenían reuniones constantes en ese sector, cuentan con cuidadores y además edificaron sus murallas y una que otra casa.
Entre las irregularidades que se evidenció en el proceso se contó con la falsificación de cédulas de identidad, argumentos mentirosos y serios indicios de corrupción. “El juez Edwin Carvajal emitió una sentencia a favor de este grupo de avasalladores pese a que se comprobó que varios de los implicados son de otros departamentos. Debido a esas irregularidades iniciamos un juicio a este administrador de justicia por prevaricato e incumplimiento de deberes”, acotó Francisco Bozo, afectado y representante legal de los adjudicatarios.