Loteamientos y asentamientos urbanos ponen en riesgo la seguridad alimentaria (El Deber, 01.03.2014)
El incontenible avance de la mancha urbana a través de loteamientos y asentamientos humanos ilegales en la zona Norte de Quillacollo, ponen en riesgo el potencial productivo y la seguridad alimentaria en este municipio, informó el presidente del Comité Cívico de Quillacollo, Juan Carlos Irahola.
Según el dirigente, a todo ello se suma la contaminación y degradación ambiental con la proliferación de granjas avícolas y porcinas que carecen de sistemas de eliminación de aguas servidas y residuos sólidos que son echados a ríos, acequias, sistemas de riego y terrenos baldíos.
Por su parte, el dirigente de los productores de flores de Quillacollo y la Federación Departamental de Floricultores (Fedeflor), Marcelino Cervantes, denunció que la ampliación de la mancha urbana «de facto» y otras actividades depredadoras hacia áreas con cualidad productiva ponen en peligro la producción de alimentos y la actividad ecoturística de esta zona, considerada «pulmón natural y patrimonio natural».
Dijo que las comunidades de la zona Norte de Quillacollo son emporios paisajísticos, naturales y productivos de primer orden que representan el presente y futuro de Quillacollo que no son protegidos y conservados por las diferentes reparticiones municipales, pese a autoproclamarse municipio productivo.
Cervantes confirmó que las poblaciones de Paucarpata, Ironcollo, Bella Vista, Marquina, Potrero, Chocaya y Liriuni guardan grandes riquezas naturales, turísticas y poseen grandes cualidades para la producción de flores, maíz, cebollas, hortalizas y frutales que abastecen a los mercados locales, regionales y nacionales, incluso, en el caso de las flores, internacionales.
El dirigente de los floricultores dijo que de proseguir los loteamientos a ese ritmo, en breve no habrá espacio para la producción agrícola, poniendo en riesgo la seguridad y soberanía alimentaria, así como la vocación turística que actualmente genera ingresos económicos por la presencia masiva de visitantes departamentales, nacionales y extranjeros a las termas de Liriuni, praderas de Chocaya y los hoteles que fomentan el ecoturismo.