Los cooperativistas mineros se enfrentan al gobierno de Morales (Radio Francia Internacional 26.8.16)

 El asesinato de  Rodolfo Illanes, linchado por un grupo de cooperativistas la tarde del jueves 25 en la localidad de Panduro, ubicada a menos de 200 kilómetros de la Paz, ha simbrado el país. No es para menos. Es la primera vez en medio siglo que un alto representante del Estado es asesinado a consecuencia de una protesta social.

El Presidente Evo Morales dijo el viernes que esas protestas constituyen una «conspiración política» contra su gobierno, pero no habló nada de la alianza que mantiene con el sector de los cooperativistas mineros, un sector que ha sido uno de los principales grupos de apoyo social del presidente.

«Este conflicto es uno más de los varios que anualmente protagonizan las cooperativas mineras en Bolivia, que casi siempre terminan exitosamente para ellos; es decir que las peticiones que hacen son atendidas favorablemente por el gobierno aunque resulten inconstitucionales, aunque lesionen los derechos de la ciudadanía, aunque representen violaciones de derechos humanos. En esta ocasión el reclamo principal de los cooperativistas es que en el sector no se ejerzan los derechos laborales o se permita la sindicalización de sus trabajadores. Tienen además una larga lista de otros reclamos que hacen a bienes del Estado para apoderarse de recursos estratégicos del país, afirma Marco Gandarillas, miembro del Centro de Documentación e Información Bolivia, CEDIB, con sede en Cochabamba, en entrevista exclusiva con RFI.

«Yo no creo, como lo ha dicho hoy el presidente Morales, que haya un complot político de la oposición. La oposición está muy lejos del sector cooperativizado, no tiene ningún tipo de relación orgánica. Lo que sí parece haber es el interés de estos grupos de ampliar su pliego de demandas. El jueves la más poderosa de las cooperativas que son las que sacan oro en la Amazonia han solicitado que además el gobierno les entregue 250 000 hectáreas más de derechos mineros en las secciones amazónicas, y eso tiene mucho que ver con lo que está pasando en América Latina, agrega el experto, co-autor de un estudio sobre el conflicto minero que lleva por título «Tomar el Estado por asalto: análisis del pliego y objetivos de la movilización de las cooperativas mineras».