Llorenti dice que su designación se da en medio de lides políticas (La razón, 06.09.12)
Embajador. El Canciller encargó al exministro cinco tareas a desarrollar en la ONU
La Razón / Iván Paredes / La Paz
02:51 / 06 de septiembre de 2012
Luego de jurar como embajador de Bolivia ante la ONU, el exministro de Gobierno Sacha Llorenti admitió que su designación se da en medio de una “batalla política entre dos ideologías”. El Canciller le encomendó cinco tareas en su nuevo cargo.
“La designación se da en medio de una batalla política que enfrenta dos ideologías, dos formas de entender al país (…). Nosotros hacemos política basados en la verdad, sabemos que sectores de derecha no tienen patria, sólo tienen ambiciones”, afirmó en su discurso de rigor durante el acto.
“Sí juro”. A secas y fuerte. Así respondió, con el puño izquierdo en alto, cuando el canciller David Choquehuanca le tomó juramento. El ahora diplomático agradeció de manera especial al presidente Evo Morales por pensar en su persona como representante ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), con sede en Nueva York, Estados Unidos. Choquehuanca encomendó a Llorenti cinco tareas. La más importante es impulsar a que la ONU lleve a cabo la Conferencia de Pueblos Indígenas, una iniciativa boliviana.
Además, el Canciller le pidió defender el masticado de la hoja de coca, profundizar el tratamiento de la reivindicación marítima, el desarrollo del Año Internacional de la Quinua y la defensa de la Madre Tierra. “Sabemos que no nos defraudará”, confió en la ceremonia el jefe de la diplomacia boliviana.
El 20 de agosto, Llorenti presentó su plan de trabajo al Senado; en éste, según la senadora Nélida Sifuentes (MAS), entre sus temas estaban: “narcotráfico y derechos humanos”. El exministro señaló que antes no emitió declaraciones sobre su designación por “discreción” y respeto a normas internacionales. “Decían que Naciones Unidas no iba a aceptar la designación en un desconocimiento total de las normas internacionales. Luego, la oposición decía que no se me iba a dar la visa”, recordó.
Críticas. Al comentar la designación, el diputado de Convergencia Nacional (CN) Tomás Monasterios exigió a Llorenti que antes de su partida a Nueva York revele los nombres de los responsables de la represión policial a indígenas en Chaparina. “Éste es un premio para una persona involucrada en una investigación seria, un nuevo acto de impunidad”.
También hubo críticas en sectores indígenas. Rafael Quispe calificó al día de ayer 5 de septiembre como una jornada “negra y funesta”. “Él (Llorenti) no fue declarado inocente, sólo fue excluido momentáneamente de la investigación”, indicó.
Llorenti renunció a su cargo de ministro el 27 de septiembre de 2011, dos días después de la represión a indígenas que marchaban en defensa del TIPNIS. Fue incluido en el proceso que investiga quién ordenó la represión; empero, los fiscales del caso decidieron excluirlo de la pesquisa.
El diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) Franklin Garvizú respaldó la designación del jefe de misión de Bolivia ante la ONU. “La justicia lo excluyó del caso y además cumple con los requisitos”, comentó.
Justiniano va a Brasil
Diplomacia
El Gobierno de Brasil no puso obstáculos para que Jerjes Justiniano sea reconocido embajador de Bolivia en ese país. El diplomático viajará mañana a Brasilia para ejercer sus nuevas funciones.
La Fiscalía no descarta convocar a Chacón
El fiscal José Ponce, asignado al caso de represión a indígenas en Chaparina, no descartó convocar a la exministra de Defensa Cecilia Chacón, quien expresó, mediante una carta en su cuenta de Facebook, su malestar por la designación de Sacha Llorenti como embajador ante la ONU, lo cual contribuye —dijo— a dejar el caso en la impunidad.
“Se analizará esa situación respecto a las publicaciones de prensa, se analizará la situación y si corresponde emitir citaciones, se lo va a hacer”, afirmó el fiscal Ponce. “Ha pasado casi un año desde la represión vergonzosa en Chaparina (…) Y todo lo que allí sucedió permanece en la impunidad”, dice parte del escrito de Chacón.
Además, la exministra —quien renunció un día después de la represión— consideró que la designación de Llorenti como embajador ante Naciones Unidas “no sólo significa impunidad para él o los responsables, sino que es una afirmación tácita de que lo que sucedió el año pasado es considerado válido y justificable”.
Llorenti juró ayer como embajador de Bolivia ante la ONU. En el acto de posesión, reconoció que su designación surgió en medio de una “batalla política” y “una batalla de dos ideologías”.