Homenaje a Enrique Mariaca Bilbao
La vida de Enrique Mariaca Bilbao refleja la historia de los hidrocarburos y la lucha por su recuperación en este proceso que ya se aproximaba a los 100 años.
A la edad de 17 años fue arrastrado a la guerra del Chaco, que fue la guerra del petróleo, y desde entonces su vida ha estado vinculada directamente a la lucha por la recuperación del petróleo de las manos de las transnacionales, no solo en Bolivia, sino en Latinoamérica.
Social e históricamente, Enrique Mariaca Bilbao representa dos cosas:
La escuela latinoamericana de las nacionalizaciones y la integración latinoamericana basada en la recuperación de los recursos naturales iniciada por Enrique Mosconi, en la Argentina; y,
La Generación del Chaco, específicamente la de la batalla de Villamontes.
Villamontes fue, -según las propias palabras de Mariaca- en la Guerra del Chaco, aquel momento en que los combatientes bolivianos comprendieron que el petróleo y la supervivencia del país eran inseparables. Por eso es que de la Guerra del Chaco, y específicamente de Villamontes, surge una generación, que se caracteriza por representar la unidad de los bolivianos de todas las regiones del país, cuya conciencia de patria hasta ese momento había sido deformada y fragmentada por obra de una oligarquía minera y latifundista que nunca creyó en Bolivia como una república unida y con derecho a existir.
Esta generación, poco después de finalizada la guerra, bajo el liderazgo de Montenegro y Germán Bush, obligó al gobierno de Toro a llevar a cabo la creación de YPFB y la primera nacionalización del petróleo en el mundo.
Por eso se entiende que con la llegada del neoliberalismo al poder, la importancia de valores nacionales, como el de la conciencia surgida en Villamontes, fueran sistemáticamente ridiculizados. Estos valores eran considerados como, dijo Sánchez de Lozada, un “trauma” de la sociedad boliviana, es decir, como si el patriotismo fuera un estado de locura. Esto se debía a que estos valores eran un obstáculo para la desnacionalización de los hidrocarburos y de los recursos naturales del país. Por ello ha dicho Montenegro, que para la destrucción de un país, es esencial liquidar en sus ciudadanos todo sentimiento de su vinculación al “todo nacional”. Y este fue el objetivo del neoliberalismo.
Cuando surge el neoliberalismo en el país, Enrique Mariaca, pasa a la jubilación, en parte, forzado por la inquina del entonces presidente de la república Víctor Paz Estensoro. Esta inquina se debía a una vieja derrota que Mariaca le había propinado desde las filas mismas de YPFB.
Pero la jubilación para Mariaca, en vez de llevarlo al retiro, significó el inicio de una nueva etapa de su lucha por la recuperación de los hidrocarburos nacionales, una lucha contra el neoliberalismo. Así, en momentos en que las fuerzas patrióticas y la intelectualidad boliviana, habían caído en el silencio o habían cambiado de bando, Enrique Mariaca, junto a algunos luchadores solitarios de su generación emprende una nueva campaña por los hidrocarburos. Esta es una campaña que dará sus frutos dos décadas después.
Estas dos décadas de lucha constante de Enrique Mariaca y sus camaradas fueron esenciales para desenmascarar la política entreguista que el gonismo pretendía llevar a su culminación con el proyecto de exportación de gas hacia Chile. Es así que, Gonzalo Sánchez de Lozada, que acostumbraba burlarse de los valores y emblemas patrióticos del pueblo boliviano, entre estos, “la generación del Chaco”, y que una vez se había burlado de Mariaca, terminará derrotado el 2003 justamente por el espíritu de Villamontes, es decir, por la unidad de todos los bolivianos en torno a una idea común: que el destino de los hidrocarburos y la existencia de la nación no pueden ir separados.
La nacionalización boliviana es la primera en Latinoamérica y en el mundo exceptuando la soviética, pero no es ni ha sido nunca un hecho aislado. Ha sido la continuación de un proceso iniciado en la Argentina bajo el liderazgo de Enrique Mosconi y fue inmediamente seguido por la nacionalización mexicana.
Esto proceso llevó a los pueblos de México, Bolivia y Argentina a trabajar juntos por varias décadas, cooperándose en los rubros propios de la actividad petrolera, entre ellos, la formación de profesionales del rubro, de donde es resultado la capacidad profesional de Enrique Mariaca.
Después de las nacionalizaciones de Bolivia y México, y especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, se desencadenó un gran movimiento por la nacionalización del petróleo y los recursos naturales en los países pobres, (una de ellas la de Irán que fue derrotada por un golpe de la CIA y sus aliados de Europa). Esto fue especialmente notorio en Latinoamérica donde los procesos nacionalizadores, la creación de empresas estatales del petróleo y de organismos latinoamericanos de integración basados en la recuperación del petróleo caracterizaron varias décadas de nuestra historia.
En este proceso, es necesario destacar la presencia y la influencia de Enrique Mariaca, especialmente en los organismos de integración latinoamericana mencionados, y en varios procesos nacionales de recuperación del petróleo, especialmente el que tuvo lugar en el Ecuador en la década de los 70, bajo el gobierno de Rodríguez Lara y de Gustavo Jarrín Ampudia, ministro del área petrolera, también recientemente fallecido.
Con la caída del gobierno de Sánchez de Lozada, el año 2003, se inicia otra etapa de la lucha por la nacionalización de los hidrocarburos y de los recursos naturales de Bolivia. Un proceso que esta lejos de concluir y que a pesar de su inicial empuje y su carácter vanguardista para Latinoamérica, ha sufrido importantes reveses y actualmente ha perdido los objetivos que orientaban su marcha.
Ante esta crisis del proceso de nacionalización iniciado el 2003, queremos valorar el innegable liderazgo intelectual y político de Enrique Mariaca para la reorientación de la lucha del pueblo boliviano por la recuperación de los hidrocarburos y los recursos naturales, así como la imperiosa necesidad de estudiar su producción intelectual.
Queremos relevar también el gran valor moral de su liderazgo. Su posición ante la lucha, ha estado siempre limpia de las actitudes vanidosas y de los objetivos personales que han corrompido a tantos líderes del pueblo boliviano.
Con estas palabras, expresamos nuestra gratitud y nuestro homenaje al Ingeniero en Geología, Ingeniero en Petróleo y Sargento de artillería de la Guerra del Chaco, Enrique Mariaca Bilbao.
Pablo Villegas N.