Gritos desde la Amazonía boliviana alertan de un posible etnocidio (ANF, 20.10.17)
Tras la ruta del pueblo no contactado
Texto e imágenes: Jimena Mercado C.
Las Mercedes y La Paz.-
Los gritos desde la profundidad de la selva amazónica de la Reserva Toromonas, de un pueblo no contactado que afirman sus vecinos Tacanas existe en el Norte de La Paz, y hasta los propios técnicos de la china BGP alertaron de su presencia en el área de exploración sísmica donde encomendó YPFB buscar hidrocarburos, podría tratarse un posible caso de etnocidio. Se trata de un pueblo negado por el Estado, que exigió verlo para reconocerlo.
Se trata de un pueblo negado por el Estado, que exigió verlo para reconocerlo
En una precaria embarcación a motor se trasladan hombres, mujeres y niños indígenas de la comunidad Las Mercedes del municipio de Ixiamas al norte de La Paz. Los más pequeños van «pata pila», eso, para no perder las sandalias al sumergirse al río cada vez que el bote se detiene con el aviso del choque de algún tronco que yace en las aguas del Madre de Dios.
Llevan consigo las provisiones de la semana o del mes completo dependiendo si volverán a Chivé, la población pandina más cercana al otro lado del río. Mientras navegamos por el río Madre de Dios por donde el caudal permite acelerar, el vicepresidente de la Central de Comunidades Indígenas Tacanas II Río Madre de Dios (CITRMD), Edgar García, padre de familia y jefe indígena habla de la realidad que atraviesa su territorio.
«Nos enteramos que el Gobierno dio la información que hubiera una buena cantidad de petróleo dentro de la Amazonía y especialmente dentro de nuestro territorio, nos preocupa que vaya haber un cambio total con impactos sociales, socioambientales, mayormente sobre nuestros usos y costumbres», afirma.
A pesar que en su comunidad no hay agua potable, ni alcantarillado, llegó la Tv por cable de una telefonía privada por la que se enteraron que el ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez anunció la subasta de 100 áreas de exploración sísmica, casi una veintena en la Amazonía.
Como quien quiere grabar de un solo paneo la fotografía frondosa vegetal, Edgarse lamenta de ser testigo de una de las incursiones más invasivas en las comunidades indígenas, la del propio Estado. Su mirada se pierde en el horizonte mientras su único varón, Moisés, remoja sus piecitos en el agua tibia.
“Cada año, más y más vamos sufriendo los pueblos indígenas, incluso ha dicho el Gobierno que va a recortar la ficha ambiental para reducir los tiempos de estudios ambientales, para que sea una consulta en 45 días, eso no da para que la gente entienda todo el tema de hidrocarburos, es imposible recortar”, alerta sobre el plan gubernamental al que llamaron “desburocratización”.
Consciente de los derechos que tienen los pueblos indígenas y los efectos de las actividades extractivas, el líder Tacana se refiere al pueblo en aislamiento voluntario.
–Mire, el Gobierno ha respondido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y ha dicho que no existe este pueblo no contactado, pero nosotros decimos que sí existen– .
Y es que el tema del pueblo no contactado es más serio que simples relatos o leyendas; mereció que organizaciones vinculadas a la defensa de los derechos humanos y a la investigación académica presentarán un recurso cautelar ante la CIDH para que la BGP detuviera las actividades de exploración hidrocarburífera en la zona en cuestión y para que el Estado asuma acciones de protección necesarias a favor del pueblo en aislamiento.
Mereció también la realización de un foro internacional el 2007 en la ciudad de Santa Cruz y la elaboración de las Directrices de Protección para los Pueblos Indígenas en Asilamiento y en Contacto inicial de la región Amazónica, El Gran Chaco y la Región Oriental de Paraguay de las Naciones Unidas.
El recurso presentado por la CITRMD, el Centro de Documentación e Información (CEDIB) y el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS) se fundamenta en el derecho internacional y nacional, en diferentes reportes de avistamientos y recolección de indicios emitidos por los monitores ambientales indígenas, pero también por los topógrafos y operarios de la BGP que alertaron a la estatal YPFB de la presencia del pueblo en situación de alta vulnerabilidad.
Tras la ruta del pueblo no contactado
Los reportes a los que accedió ANF dan cuenta que entre el 20 y 23 de agosto de 2016, en la línea sísmica número 12, el monitor socioambiental indígena Javier Abaraco y la cuadrilla de avanzada número 7 de la empresa BGP -que realizaba trabajos en la zona- descubrieron indicios de la presencia de pueblos en estado de aislamiento o no contactados.
En informes escritos entre el 12 y 19 de septiembre se menciona sobre las primeras señales acerca de la presencia de presuntos indígenas no contactadosen la zona del «Proyecto Adquisición Sísmica 2D de la Cuenca Madre de Dios del Área Nueva Esperanza». Se encontraron huellas de terceras personas, ramas rotas, senderos abiertos y restos de alimentos.
El gerente del proyecto, Yu Fegbo y el jefe de Brigada de PGB, Alfredo Salvador informan al gerente del proyecto Sísmica 2D de YPFB Corporación, Iván Zeballos con la referencia: “contacto con miembros de pueblos indígenas originarios en la línea 11031”. Describen que el grupo de trabajo identificado como Topografía 10 reportó la presencia de posibles miembros de pueblos indígenas originarios que se manifestaron con gritos y voces.
“El hecho ocurrió el 17 de septiembre a las 8.14 horas, reporte recibido en sala de radio X0 del campamento base El Chivé, notificándose haber escuchado gritos y voces de terceras personas a aproximadamente 100 metros del lugar de los trabajadores situados en la línea 11031; estaca 1993”, se precisa el sitio.
LOCALIZACIÓN DE INDICIOS DEL PUEBLO NO CONTACTADO EN LAS LÍNEAS DE SÍSMICA:
Conozca el audio sobre la comunicación por radio entre técnicos y monitores:
La voz de los monitores
Llegar hasta la comunidad Las Mercedes, al límite fronterizo entre La Paz y Pando, próxima a la selva peruana, vale la pena. La aproximación a través del testimonio de los actores del coordinador socioambiental Ádamo Diego y los monitores Víctor Peñaloza, Perla Bascopé y Damián Balcazar es sin duda parte sustantiva de la travesía.
Sin apuros, los recuerdos vuelven aparecer en retrospectiva.
Necesitamos desenvolver los sucesos hasta el momento en que los indígenas probablemente Toromonas rodearon el campamento al sentirse amenazados con la presencia foránea.
«En la línea 12, casi al final se encontraron huellas en sitios donde realmente se percibe que están (…). Los mismos trabajadores de la empresa encontraron flechas, ramas rotas y huellas en el arroyo que por ahí transitaban porque era su zona de cacería, había sendas. Y en el momento que comenzaron a perforar empezaron hacer bulla las mismas personas no contactadas, y fueron a rodearnos al campamento para que no se trabaje más en esa zona», relata Víctor, el más joven de los cuatro.
De mirada expresiva asegura que en plena faena se dieron cuenta que el campamento petrolero no estaba muy lejos de los indígenas no contactados, por lo que los monitores recomendaron detener la sísmica, pero la china BGP se habría negado.
“Igual bombardearon para que de una vez se corran los hermanos no contactados, eso nos afectó también a nosotros porque se han corrido animales, ya es difícil la cacería, afectó la zona donde se produce el agua y ahora hay enfermedades”, dice al referirse a la detonación subterránea que se hizo en las líneas de la sísmica.
De piel bronceada y cuerpo delgado, Perla que habla mientras mastica una bola de coca señala que considera que la línea 3 fue la más afectada. “Fue la línea más peleada porque tuvimos más problemas; como los parámetros ambientales establecían cada 40 metros (la detonación) entonces pasaba el monitor y si encontraba un árbol de castaña le daba a un costado (…) el compañero monitor alertaba pero no obedecían, quisieron hacernos pelear porque las petroleras son muy estratégicas”, dice.
Al referirse al cerco al campamento recuerda: “por casualidad yo estaba en el campamento base y creo que era las 8.00 de la mañana, cuando llamaron a la radio al campamento base equis cero (X0) que es quien recibe llamadas de todos los campamentos instalados en las líneas y decía X0 X0 nos están agrediendo, nos están invadiendo- cuando ellos lloraban- y luego se perdió la comunicación”.
-¿Qué explicación les dieron los técnicos de la empresa?
–De ahí me fui al departamento de RCC y pregunté al coordinador don Gilmar Durán y me dijo que era sólo una falsa alarma (…). Luego no querían mandarnos allá donde llegaban cercan de donde estaban los hermanos no contactados, nos replegaban a la otra línea. De que existen los hermanos no contactados, existen–
Damián Balcazar cree que los indígenas en aislamiento voluntario pudieron haber sido espantados de su territorio: “Ellos se han podido desplazar al vecino país para el lado del Perú, creo que tienen más bosque y mejor conservado, eso puede ser en la frontera por el arroyo Heat por la cabecera. Ahí tienen más libertad, más alimentación para que no se les moleste”.
El monitor socioambiental indígena va más atrás y recuerda cuando desde el Estado ingresaron instituciones prometiendo agua, pero luego ejecutaron la consulta pública para llevar adelante tareas de exploración petrolera.
–Estábamos en una reunión cuando llegaron la gente del SERNAP-Madidi, vinieron y nos dijeron que venían con el proyecto Mi Agua para la TCO Tacanas II; el ingeniero Henry Tito vino de YPFB, todavía me acuerdo -no habló de la sísmica- habló del proyecto Mi Agua, pero fue no más para entrar con la sísmica.
Dice que ahora los indígenas están más preparados, que no serán más engañado por estos funcionarios.
Actuación del Estado
Los peticionarios del recurso ante la CIDH observan que a un año de estos sucesos, el Estado boliviano no aplicó los mecanismos adecuados a nivel nacional e internacional, ya que partió de la negación de la existencia del pueblo no contactado y se auto atribuyó la potestad de establecer la existencia o no de los pueblos en aislamiento.
La investigadora Georgina Jiménez, especialista en pueblos indígenas afirma que no hubo ninguna acción seria y responsable desde el Estado, y que hoy mismo, el pueblo en aislamiento podría estar en riesgo de etnocidio, considerado como la destrucción de la cultura de un pueblo o el desplazamiento de su propio territorio.
«La postura desde las voces oficiales del Gobierno ha sido de negar al pueblo y con ello negar su propia Ley 450 (de Protección a naciones y pueblos Indígena Originario en situación de alta vulnerabilidad) y el derecho constitucional de elegir estar en esa condición de estar no contactados», sostiene.
Producto de su investigación, Jiménez establece que en agosto de 2006 el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) declara por resolución número 48 a la Reserva Toromona ubicada en el Parque Nacional Madidi como zona intangible y de protección integral.
“La declaración de la Reserva Toroma fue después de las expediciones Madidi, que sin encontrar al pueblo (no contactado) había los suficientes indicios y el Sernap declaró una zona intangible”, menciona.
Recuerda que la Ley 450 establece que “el no contacto de una nación o pueblo indígena originario o segmento de éste, no deberá ser considerado en ningún caso como prueba de su inexistencia”.
El Procurador General del Estado, Pablo Menacho ha dicho que Bolivia presentó su escrito por las medidas cautelares, “en el fondo lo que pedían estas organizaciones era que YPFB frene los trabajos de exploración, pero eso ya se torna innecesario porque ya hizo los trabajos de exploración, ya hizo los trabajos de recuperación de los lugares”.
-¿Y las acciones de protección desde el Estado a favor de este pueblo?-
– No hay indicios tangibles (de su existencia)-
El expresidente de YPFB, Guillermo Achá, actualmente con detención domiciliaria por hechos de corrupción negó en su momento la existencia del pueblo no contactado. “No tenemos ninguna confirmación de ningún pueblo no contactado. Entiendo que esta ha sido una distorsión de la información y lo que estaríamos haciendo es poder continuar con todas las actividades«, aseguró.
Su sucesor, Óscar Barriga evitó hablar del asunto, pues en la oficina de Comunicación se mandó a decir “que se seguirá la misma línea de trabajo”.
Pero no fue la única puerta cerrada del Gobierno, el Viceministerio de Justicia Indígena Originario Campesino tampoco respondió las solicitudes de entrevista.
El Defensor del Pueblo, David Tezanos, tildado por su afinidad al Gobierno, evitó referirse al asunto en cuestión. En un principio se mandó a decir que se responderán las consultas por escrito, pero luego vino las disculpas y se desestimó cualquier pronunciamiento por tratarse de “un tema delicado”.
Sin embargo el ministro de Desarrollo Rural y Tierras César Cocarico al ser sorprendido con la pregunta tras participar del Gabinete, reconoció saber algo del pueblo no contactado: «Tenemos información, siempre estamos en la posibilidad de compartir con nuestros hermanos, de favorecerles pero no es un pueblo Tacana, es un pueblo Toromona, sería un pueblo no contactado evidentemente cierta parte de su población«.
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«Lo que viví nadie me lo va contar»
Teodocia Castellón, comunaria de Las Mercedes habla claro y fuerte mientras golpea con un trapo a los bichitos que se le acercan para robarle sangre. Afirma haber tenido una experiencia muy cercana con los indígenas no contactados, de los presume tiene cántaro rajado.
«Existen los hermanos no contactados lo digo claro, estos hermanos están en la cabecera del Río Asuntas, entre Toromonas, estos hermanos viven, pisé su huella cuando fui a la Línea 12; es un orgullo y un honor para mí que estos mis hermanos estén ahí arriba –no me interesa si el Gobierno lo toma a bien o mal– pero para mí es muy lindo sentir esta experiencia, que tú vivas al lado de estos hermanos que viven desnudos, que no conocen la sal», expresa.
Con los ojos empapados en lágrimas asegura que tras recolectar castaña después de la lluvia encontró huellas humanas muy grandes. “Tomé fotos que se las pasé a mis hermanos Edgar y Ádamo y Mario Paniagua y sucede este año que trabajando en la castaña tuve otra experiencia, pero lo yo que sentí ya lo sentí, lo que yo vi, yo lo viví, nadie me lo va a contar”, asegura.
«Lo yo que sentí ya lo sentí, lo que yo vi, yo lo viví, nadie me lo va a contar»
–Entramos al monte cuando los chanchos de tropa habían escarbado y ese ratingo dos minutos o tres minutos delante de nosotros había estado el hombre, nos había visto ya, habían huella, todavía escurría el agua tan fresquita, algo increíble, si me apuraba dos minutos, sólo dos- recuerda emocionada.
Lamenta que tras las tareas de exploración sísmica, las cabeceras de agua fueran afectadas, así como los palmares de castaña, sustento de su hogar con el que hace estudiar a sus tres hijos, la mayor en la universidad de Pando. Cree sin embargo que si retornan las actividades petroleras a la Amazonía, las futuras generaciones ya no podrán disfrutar de la rica fauna y flora.
“Cuando entró este proyecto (de sísmica) con Mi Agua creíamos que era verdad, que el Presidente indígena a quien habíamos dado nuestros votos como pueblos indígenas iba a cumplir, pero nos sentimos tan traicionados, degollados vivos”, se quiebra.
Entre los adultos de la tercera edad de la comunidad resalta Lorenzo Bascopé, a quien no es fácil convencer de la buena fe por las muchas decepciones que tuvo en su vida. Afirma que desde niño escuchó del pueblo Toromona, de espíritu guerrero y enemigo ancestral de otro Los Araona.
«Me he criado aquí y con mis 6 ó 7 años ya uno entiende, nos atacaban a nosotros, con mis hermanos mayores teníamos que huir por el Madre de Dios y nos quedábamos un mes y medio y volvíamos, luego nos rodeaban, mis padres y mis hermanos mayores hacían guardia y otra vez escapábamos (…). Luego fui creciendo, íbamos a cazar y pescar y hallábamos las fechas plantadas en las playas, los hermanos viven», asegura.
Lamenta que la TCO Tacanas II no cuente título emitido por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) a pesar que las cuatro comunidades que lo integran: Las Mercedes, El Tigre, Toromonas y Puerto Pérez lo han solicitado hace más de diez años, lo cual genera inseguridad jurídica para no sólo para los pueblos indígenas reconocidos por el Estado, sino también para preservar al pueblo no contactado que comparte su territorio.
Pueblo no contactado: ONU recomienda una investigación que no pretenda el contacto
El Sistema de Naciones Unidas en Bolivia advierte que el pretender sacar a los indígenas en aislamiento o contacto inicial de sus territorios constituye en una situación de muy alta vulnerabilidad y de peligro para la subsistencia de sus poblaciones.
El Sistema de Naciones Unidas en Bolivia a través de su coordinador Residente, Mauricio Ramírez recomienda al Estado, para el caso del pueblo no contactado identificado por los comunarios Tacanas en el norte de La Paz, realizar un trabajo de investigación muy minucioso, que bajo ninguna circunstancia busque o pretenda el contacto con las poblaciones indígenas. Cualquier incursión debe respetar la vida, sobre todos los otros derechos.
Ramírez destaca que el tema de los pueblos indígenas no contactados es de alta relevancia para las Naciones Unidas, y muestra de ello son las «Directrices de protección de los Pueblos Indígenas en aislamiento y en contacto inicial de la Amazonía, el Gran Chaco y la Región Oriental del Paraguay» elaboradas sobre las recomendaciones del foro internacional organizado por la ONU en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra el 2006.
La Central de Comunidades Indígenas Tacanas II y la empresa china BGP encargada de realizar tareas de exploración sísmica en busca de hidrocarburos, alertaron sobre la presencia de un pueblo en aislamiento voluntario en el área de la Reserva Toromonas que se hizo más evidente en agosto del año pasado. El caso derivó en la presentación de un recurso cautelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en contra del Estado.
“Uno de los aspectos para tomar en cuenta es ¿cuáles son las pruebas de los pueblos no contactados y cuál debe ser su tratamiento?. Lo importante es proteger los derechos de las poblaciones más vulnerables, y para eso se requiere hacer un trabajo de investigación muy minucioso que bajo ninguna circunstancia busque o pretenda el contacto con las poblaciones indígenas, se trata de llevar acciones de manera indirecta para obtener información”, señala.
Ramírez menciona que una forma de encarar este trabajo es a través de investigaciones antropológicas de la búsqueda de evidencias, fotografías aéreas, declaraciones de poblaciones circundantes o que comparten sus mismos territorios.
“Desde el establecimiento de campamentos abandonados, utensilios, entierros, sitios sagrados, de alguna manera sus actividades según sus propias costumbres, su creencias, su cultura, su cosmovisión hace sin duda que ellos en sus territorios dejen algunos rastros y evidencias, se trata siempre de buscar con mucho cuidado y cautela las evidencias para establecer la posible existencia de poblaciones indígenas en aislamiento”, explica.
El Coordinador Residente de Naciones Unidas advierte que pretender sacar a los indígenas de su territorio constituye en una situación de muy alta vulnerabilidad y de peligro para la subsistencia de sus poblaciones.
En ese contexto menciona que se reconoce el derecho de los pueblos indígenas a su autodeterminación, a tomar la decisión de no tener contacto con un mundo externo al suyo, desarrollado.
“¿Qué derechos humanos deben ser tomados en cuenta?; primero y ante todo, la vida, por encima de todo es el derecho fundamental, lo otro, la integridad física, psicológica, moral, su dignidad, ese es otro derecho que hay que proteger, la autodeterminación fundamental, los pueblos indígenas en aislamiento están ahí por su propia voluntad y eso hay que respetarlo por encima de todo su autodeterminación”, afirma.
Ramírez también cita que hay que considerar el derecho a la tierra y a sus territorios, a los recursos naturales que están en sus territorios, a su cultura, sus costumbres, sus prácticas tradicionales y ancestrales, su creencia en lo que representa, sus mejores modos de vida, su bienestar y obviamente el consentimiento previo, libre e informado que debe constituirse para entender la situación real de la caracterización y la evidencia de que existen estas poblaciones.
En criterio del especialista en derechos humanos, para poder identificar la existencia de pueblos en aislamiento hay que recoger cierto tipo de información de buena fe por parte de las comunidades circundantes, de pueblos indígenas vecinos.
“Como el caso que mencionas en el Norte de La Paz, Los Tacanas, son poblaciones que seguramente comparten territorio y que de alguna manera ellos tienen cierto tipo de información, es con ellos que se hacen ese tipo de análisis relacionado con acciones indirectas de poder contar con más información, y sí, lo importante de esto es evitar el contacto con las poblaciones”, manifiesta.
El llamamiento de Santa Cruz de la Sierra
La declaración denominada “El llamamiento de Santa Cruz de la Sierra” se constituyó en la base para crear las Directrices de Protección de los Pueblos Indígenas en aislamiento y en contacto inicial de la Amazonía, El Gran Chaco y la Región Oriental del Paraguay.
Este documento según explica Ramírez, ofrece una serie de recomendaciones respecto a la política pública en cuanto a las medidas de contingencia y salud, el análisis y recomendaciones relacionadas con las tierras y territorios indígenas, directrices para el establecimiento y definición de las poblaciones no contactadas y en situación de aislamiento y cuál es el tratamiento que se debe llevar a cabo.
Se habla de la institucionalización y mecanismos de seguimiento, la sensibilización que se debe hacer con la sociedad, además de otras recomendaciones del ámbito internacional, y es ahí donde las Naciones Unidas a través de este mecanismo promueve unas directrices que son una guía, y al ser unas guías no son jurídicamente vinculantes.
Contiene la guía sobre la caracterización de un pueblo en aislamiento, la prueba de su existencia, el por qué los gobiernos deben adoptar medidas especiales de protección, qué tipo de derechos se deben tomar en cuenta en el momento de la toma de decisión, y de la implementación de leyes y normas de carácter constitucional, legal y normativo.
La ONU destaca que Bolivia ha sido un país pionero en la protección de los pueblos indígenas, al haber reconocido desde su Constitución el Convenio 169, la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas y la formulación de la Ley 450 sobre la Protección de Pueblos en Alta Vulnerabilidad.
Sin embargo considera necesario un avance en la implementación de la Ley 450 a través del establecimiento de la Dirección General de Protección a Naciones y Pueblos Indígenas y Originarios, que podría rápidamente entrar a implementar las recomendaciones de carácter más técnico de lo que es la identificación de poblaciones en situación de aislamiento.
“Creemos que hay las condiciones perfectas para que el país pueda llevar a cabo este trabajo, pero recomendamos que la Ley 450 sea reglamentada y pueda operar la DIGEPIO”, plantea el colombiano Mauricio Ramírez.