Expertos debatirán impacto de transgénicos (El Diario10.10.17)
Salud y medioambiente
• Especialistas de varios países debatirán el modelo del agronegocio en la región • Luigui Guanella destacó resultados obtenidos en cultivos de soya resistente al pesticida glifosato
Desde el 13 hasta el 20 de octubre en las ciudades de El Alto, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz tendrán lugar foro, simposio y encuentros de científicos, académicos, expertos y productores nacionales e internacionales para debatir acerca de los alimentos que se consumen, cómo se producen y sus efectos en la salud y el medioambiente.
Los eventos están organizados por (Probioma), Centro de Documentación e Información (Cedib), Instituto Boliviano de Investigación Forestal (IBIF), Tropenbos International, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por su sigla en inglés), Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSA, Universidad Mayor de San Simón y el colectivo urbano, Bolivia Libre de Transgénicos.
Según un reporte de la ONG, Productividad, Biosfera y Medio Ambiente (Probioma), una organización el actual modelo de producción agrícola con el uso excesivo de agroquímicos y de semillas transgénicas ha provocado impacto en la salud y el medio ambiente, en países donde esta forma de producir se ha incorporado mucho antes que en Bolivia. Por ello, este modelo de producción es cuestionado por científicos nacionales e internacionales que se reunirán en las principales ciudades del país, el 13 de octubre en El Alto y entre el 16 y 20 de octubre en el eje troncal.
RESULTADOS
Al respecto, el experto Luigui Guanella, desde 2005 a 2015, el impacto socioeconómico y medioambiental en Bolivia a partir de la soya y maíz genéticamente mejorados, generó un ahorro de 177 millones de dólares en herbicidas, asimismo, hubo 20% más en rendimiento: de 1,71 a 2,1 ton/ha y la producción se incrementó en cuatro millones de toneladas. Guanella participó enero 2017 en un seminario internacional en la sede de gobierno y manifestó entonces, que se evitó desmontar en el país, al menos, 230.000 hectáreas.