Exministra está indignada por designación de Sacha y cree que hay impunidad (Opinión, 04.09.12)
La exministra de Defensa, Cecilia Chacón rechazó la designación de Sacha Llorenti como embajador ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) argumentando que a 11 meses de los sucesos de Chaparina no se ha esclarecido este caso y lamentó que los «errores no se rectifiquen y por el contrario se reafirmen».
Mediante una nota denominada «en defensa de la esperanza» que fue publicada este lunes en su cuenta de la red social Facebook, Chacón asegura que «no busca protagonismo» pero señala que tampoco puede «guardar silencio» ante un hecho que le «indigna».
«La muerte se ha llevado a una hermana y a un compañero, han sido días muy tristes. Y ahora, mi esperanza en el rescate del proceso de cambio fue agredida por la noticia del nombramiento de nuestro nuevo representante ante la ONU», señala la exautoridad de Estado en esta publicación.
Chacón lamenta además que sus «compañeros» que están dentro del Gobierno siendo «testigos» estén defendiendo «lo indefendible». Señala además que a casi un año de la «represión vergonzosa» en Chaparina cometida contra mujeres, niños, «todo lo que allí sucedió permanece en la impunidad».
La exministra señala que a partir de los anuncios del presidente Evo Morales a dos días de lo que sucedió en Chaparina abrieron la posibilidad de «recapacitar, dar un paso hacia atrás y retornar a la senda».
«Sin embargo, el nombramiento de Sacha Llorenti en una embajada o en cualquier otro cargo cierra esa posibilidad. Nos arrebata esa esperanza. No sólo significa impunidad para él o los responsables, sino que es una afirmación tácita de que lo que sucedió el año pasado es considerado válido y justificable», asegura.
Posteriormente realiza cuestionamiento sobre este caso: ¿Qué es lo verdaderamente importante? ¿Quién preparó el plan? ¿Quién lo propuso? ¿Quién lo autorizó? ¿Quién lo ejecutó? ¿Quién aplaudió que se ejecutara «limpiamente y sin bajas»?
Asimismo, Chacón señala que el pueblo boliviano «intuye bien» dónde está la responsabilidad de los sucesos de Chaparina y que si bien se debe respetar la formalidad del proceso judicial: «no necesitamos pruebas ni que una sentencia lo confirme».
La exautoridad de Estado identifica además tres errores en la actual gestión de Gobierno, respecto al caso Chaparina y realiza reflexiones que considera necesarias para reconducir el «proceso de cambio».
«El primer error del Gobierno en el caso de Chaparina es pensar que tiene el monopolio del proceso. Creer que sabe lo que es bueno y malo para nosotros y que, por lo tanto, tiene autoridad para tomar las decisiones por todos e imponerlas a través de la fuerza pública».
El segundo error, señala que fue pensar que «mediante el uso de la violencia» se puede resolver algo y «peor aún acabar con una reivindicación justa». El tercer error señala que es «tirar la piedra y esconder la mano» detrás de una «parodia judicial», que si bien reviste formalmente la intención de hacer justicia en el fondo «no engaña a nadie más que a quien la opera».
«No estoy en contra del Ejecutivo. Deseo cada día que hagan las cosas bien, porque de su éxito en la implementación del proceso depende que al pueblo boliviano le vaya bien, sé que gobernar no es sencillo y que nadie está exento de errores. Y acá hago una aclaración necesaria, tengo diferencias pequeñas y grandes con el Gobierno; pero no tengo semejanzas con la derecha. Esa que hoy usurpa una bandera y un discurso que se cedió hace un año», acotó.
Asimismo, dijo que el «proceso de cambio» no es «monopolio de un partido» o una élite de «iluminados». La revolución, si es auténtica, no tiene partido, le pertenece a su gente. Nadie debe ser considerado «invitado del proceso» así como ninguno «puede creerse más importante que otro compañero».