El Rector de la UMSS contra el CEDIB (Página Siete, 7.4.17)
Resulta que el actual rector de la Universidad de Mayor San Simón (UMSS) aparece de pronto conminando al Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB) a que desaloje, en 48 horas, las instalaciones en que viene funcionando hace decenios, rompiendo así un convenio vigente (que lo obliga a acordar un plazo de seis a 12 meses con dicha institución).
La mencionada actitud resulta mucho más inaceptable si se tiene en cuenta que el CEDIB administra un fondo documental de inmenso valor y que el año 2012 ha sido declarado Patrimonio Documental de Cochabamba, al que cotidianamente acuden miles de usuarios (de los cuales el 60% pertenece precisamente a la comunidad universitaria y fuera de ésta han acudido al CEDIB nada menos que la Procuraduría General del Estado, la Contraloría y el Senado).
Cuando percibe que ésas no son maneras de actuar, dicho rector amenaza con acudir a estrados judiciales. Y cuando se da cuenta de que la autoridad judicial puede darle la razón al CEDIB, se inventa el argumento que esta institución nunca pagó siquiera el agua y la luz, y empieza a hablar de una «nacionalización” del patrimonio. Aparte de la argumentación mentirosa -el CEDIB ha mostrado a la prensa sus interminables facturas de luz y agua-, y aparte de no reconocer la importancia de ese patrimonio (que ya lo quisieran tener en La Paz o en Santa Cruz), la última propuesta del rector está expresando una mentalidad preocupante y poco coherente con el actual Proceso de Cambio. Veamos.
Ante la imposibilidad de acceder, sin un largo proceso de transición, al ideal de una sociedad sin Estado, nos encontramos con que la Guerra del Agua —punto de arranque del Proceso de Cambio— vino a plantear la consigna de «Cada vez menos Estado y más sociedad”, orientación que de diversas maneras se recoge también en la nueva Constitución, que reconoce y valora el protagonismo de la sociedad civil, y de sus instituciones y organizaciones. Y ahora aparece el rector de la UMSS planteando nada menos que la ¡estatización de un patrimonio cultural! Y luego aparece la FUL proponiendo la transferencia de dicho patrimonio a la UMSS, propuesta que podemos asegurar terminaría en la extinción y abandono del fondo documental. ¿Por qué la UMSS no crea su propio fondo?
Y puestos a nacionalizar ¿por qué no se exige, por ejemplo, la re-nacionalización de la PIL, que no hace más que estafar a los lecheros y –dicen- que intoxicar a sus clientes? ¿Realmente lo único que le preocupa es recuperar una infraestructura, dizque para promover el aprendizaje del chino mandarín?
Lo que cabía esperar de un rector de universidad era un poco más de seriedad, el cumplimiento de convenios firmados por sus antecesores, la renuncia a la mentira y a las amenazas de matonaje como método, y, por supuesto, no entrar a la mentalidad -a estas alturas ampliamente desmentida- de que el Estado lo debe hacer todo, incluido el engullirse a las instituciones de la sociedad civil.
Por su parte, el CEDIB está dispuesto a migrar pero exige que se le respete el tiempo necesario para ello (de acuerdo a convenio, por supuesto). Pero mientras tanto es importante que la opinión pública de todo el país sepa que estamos hablando de un fondo documental muy serio, que tiene archivados dos millones de noticias, que sólo el año 2016 prestó servicios a más de 500 personas y recibió 54 solicitudes de trabajos de información; que cuenta con el apoyo de personalidades internacionales tan prestigiosas como Eduardo Gudynas, Maristella Svampa, François Houtart y muchas otras; y que no se puede arriesgar todo eso por el capricho de un rector…
Por lo demás, esperamos que Cochabamba haga respetar este patrimonio cultural que ha sido declarado como suyo. Amén.
Rafael Puente es miembro del Colectivo Urbano por el Cambio (CUECA) de Cochabamba.