Caso Chaparina

Página Siete / La Paz – 13/08/2013

Asambleístas del MAS cerraron filas en defensa del exministro de Gobierno y actual embajador ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Sacha Llorenti. Afirman que ya no es necesario que vuelva a ser incluido como acusado en el denominado caso Chaparina.

Para el oficialismo, el exdirector de Régimen Interior Boris Villegas no es sujeto confiable y su palabra está desacreditada, por lo que sus últimas revelaciones sobre que Llorenti dio la orden para la intervención a la VIII marcha indígena prácticamente no tienen ningún valor.

El diputado Antonio Molina dijo que no existe ninguna orden política para sacar al exministro de una nueva investigación sobre la base de las declaraciones de Villegas, sino que ya no corresponde. “Ya se hizo una investigación, no se le puede hacer otra”, sostuvo.

Su colega Javier Santibáñez (MAS) comentó que el oficialismo no evaluó las declaraciones del exfuncionario del Ministerio de Gobierno, que actualmente está detenido en Palmasola por los delitos de extorsión, e insistió que ya hubo un proceso de investigación; sin embargo, dejó a la Fiscalía las decisiones sobre el caso.

El 1 de agosto, Villegas prestó a la comisión de fiscales del caso Chaparina una declaración ampliatoria a la que anteriormente hizo; en esta última dejó claro que Sacha Llorenti, en su calidad de ministro en 2011, dio la orden para la represión.

El Gobierno, varios días después de la intervención, dijo que se había roto la cadena de mando. De esta manera, el Presidente, Vicepresidente y el ministro quedaron liberados de toda responsabilidad.

El fiscal de La Paz, José Ponce, cuando era parte de la comisión de fiscales para el caso, determinó sacar del proceso a Llorenti. Tras esta decisión, el presidente Morales lo nombró embajador ante la ONU, pese a las protestas y a los reclamos de los indígenas que fueron víctimas de las agresiones el 25 de septiembre.