Desarrollo económico o Madre Tierra, la disyuntiva nacional (Página Siete, 26.1.17)
Once parques nacionales del Chaco y el norte amazónico, entre otros, son vulnerables a la exploración petrolera.
Carla Hannover / La Paz
El 2015, el Gobierno incrementó, mediante el Decreto Supremo 2549, de 56 a 99 las áreas reservadas para YPFB con fines de exploración. Varios de estos bloques se encuentran en 11 áreas protegidas y, por ende, cerca de territorios indígenas. En la actualidad en nueve de estos territorios ya se realizan tareas de exploración.
Esta situación causó preocupación en los activistas que trabajan por el medioambiente, quienes ven que esta medida es «altamente peligrosa” por el impacto que dejará la búsqueda de gas en esos lugares. Pero, por otro lado, expertos economistas y del área hidrocarburífera consideran que de no encontrar el recurso, la economía del país corre un alto riesgo.
De ahí que surge la interrogante: ¿en qué medida el desarrollo económico debe sobreponerse a la preservación de la Madre Tierra o viceversa? La consulta es el punto de partida de esta investigación, que busca abrir el debate sobre el tema y poner en la balanza el valor de los hidrocarburos en relación al valor del patrimonio natural.
«La exploración de hidrocarburos siempre fue una necesidad para el país. Bolivia es un exportador de materias primas. No explorar significa poner en riesgo nuestra supervivencia”, advierte Guillermo Torres, exministro de Hidrocarburos.
Una mirada diferente tiene el director del Centro de Documentación e Investigación Bolivia (CEDIB), Marco Antonio Gandarillas, quien cuestiona esta política, dado que en la búsqueda de hidrocarburos el Gobierno cambió sustancialmente su política medioambiental en desmedro de las áreas protegidas. «Están buscando gas en los últimos confines del país, donde nunca antes hizo falta”.
El presidente Evo Morales, quien años atrás llevó a cabo una campaña para preservar y respetar la Madre Tierra, no sólo en Bolivia, sino en el exterior, desde 2015 cambió su discurso, luego de promulgar el Decreto Supremo 2366, que habilita el ingreso a áreas protegidas para la exploración.
«Hemos decidido, y quiero aclararles que tenemos todo el derecho, hacer exploraciones en las llamadas áreas protegidas, (y) lo vamos a hacer con mucha fuerza”, afirmó durante su discurso de inauguración del V Congreso Internacional de YPFB Gas y Petróleo. En la actualidad, cerca de 10 empresas realizan exploración petrolera en bloques dentro o cerca de nueve áreas protegidas o parques nacionales: Iñao, Tariquía, Aguaragüe, Tipnis, Pilón Lajas, Madidi, Carrasco, Amboró y Manuripi.
Antes del ingreso a estos espacios, en junio de 2015, el presidente de YPFB, Guillermo Achá, garantizó nuevos métodos de exploración no agresivos para estas áreas. «Están siendo muy críticos en este contexto sin conocer la actividad que se realizará en muchas áreas”, dijo. Página Siete solicitó a la estatal petrolera información sobre la incidencia de estos métodos, pero no recibió respuesta.
Si de números se trata…
La venta de hidrocarburos representa una tercera parte de los ingresos que percibe el país. Entre 2012 y 2015, la renta petrolera -que es la ganancia que se obtiene principalmente por la producción de hidrocarburos y los precios de comercialización- sumó cerca de 19.000 millones de dólares producto de la suma de las regalías, los impuestos, el IDH y la participación del TGN y YPFB.
Estos recursos fueron destinados a diversos sectores, como a los municipios productores, que son los que más se benefician por esta actividad, y al Ministerio de Desarrollo Sostenible, pero también a las gobernaciones y las universidades públicas, a las Fuerzas Armadas y al resto de municipios del país, entre otros.
La Renta Petrolera creció en 2005 con la creación de IDH. Entre el 2010 y 2014 el país registró un incremento de la renta por la subida del precio y la producción. Durante esos años aumentó la producción en un 50% y se llegó a producir 60 millones de metros cúbicos por día.
A consecuencia de este incremento de producción, las reservas de gas se fueron agotando. «Se invirtió en explotación y se dejó de lado la exploración. Esto es grave, pues la actividad exploratoria tarda entre cinco y siete años en lo que encuentras hidrocarburos”, explicó el analista en crecimiento económico Gonzalo Chávez.
Áreas protegidas en riesgo
En Bolivia existen 22 áreas protegidas, entre parques y reservas naturales, de interés nacional. «Cada una se definió con un objetivo particular. Por ejemplo, el Parque Nacional Sajama tiene el objetivo de proteger los bosques de queñua”, indica el investigador del CEDIB Jorge Campanini, quien a lo largo de estos años realizó una serie de investigaciones sobre el tema.
En noviembre de 2016, las consecuencias del calentamiento global se manifestaron. En La Paz, por ejemplo, se vive hasta hoy la escasez de agua. De ahí la importancia de preservar las áreas protegidas. Así, el Parque Nacional Aguaragüe «fue definido con el fin de proteger y garantizar la fuente de agua en el Chaco boliviano. El Amboró tiene el fin de garantizar la función ambiental de otros parques y de proveer agua a los valles interandinos y a la misma ciudad de Santa Cruz”.
Por otro lado, el Área Natural de Manejo Integrado Apolobamba (ver el mapa) «se creó con la finalidad de proteger a las vicuñas que están amenazadas de extinción”, entre otros reservorios.
Para Gandarillas, el mapa actual de las nuevas áreas de exploración hidrocarburífera «tiene impactos sobre áreas protegidas y territorios indígenas porque son las últimas fronteras. Hay proyectos exploratorios en el norte amazónico, donde están los lugares más diversos del país”.
Puntos de vista
Marco GandarilLas Director del CEDIB
«Están buscando gas en los últimos confines del país”
Cuando el MAS inició su gestión, hizo diversas normas en favor del medioambiente, donde habían propuestas muy importantes, de tal forma que la población participe del sistema ambiental del sector hidrocarburífero a partir de comités.
Había una serie de restricciones para el ingreso a las áreas protegidas. Pero ahora, cuando la economía y esta visión exportadora embelesan al Gobierno, todo se vuelve un obstáculo, empieza una desregulación ambiental.
En ese sentido, el mapa actual de las nuevas áreas de exploración y explotación hidrocarburífera está especialmente impactando sobre áreas protegidas y sobre territorios indígenas porque son las últimas fronteras.
En la actualidad los proyectos exploratorios se han enfocado en el norte amazónico, donde, probablemente, se encuentran los lugares más diversos del país y donde hace unos meses se toparon con población no contactada. Pero, además, son lugares donde hay antiguos bosques de castaña que son la base de la economía local. Se sabe que hay una dura negociación, porque todo el marco legal e institucional actual está en contra de poblaciones que son bastante frágiles y vulnerables, y que tienen pocos mecanismos para defenderse.
En ese sentido creo que hemos llegado a la última frontera. Estamos buscando gas y petróleo en los últimos confines del país, donde nunca antes hizo falta.
Punto de vista
Guillermo torres Exministro de Hidrocarburos
«La exploración siempre fue una necesidad”
Estoy de acuerdo con la exploración de hidrocarburos en áreas protegidas porque hoy en día existe la tecnología para evitar daños ecológicos a las zonas donde se exploran. Un ejemplo tangible se ve en el trabajo de Petrobras en Urucú, en la Amazonia brasileña. Su exploración fue lo menos invasiva.
En ese sentido, estas exploraciones no deben apostar por la construcción de caminos de acceso, pues se corre el riesgo de asentamientos, más bien, todo debe ser helitransportado y cuando se deba instalar un oleoducto esto debe ser lo menos invasivo.
Ahora bien, ¿por qué estoy de acuerdo con la exploración? De no explorar Bolivia se juega su subsistencia, pues los hidrocarburos representan en gran medida la base económica del país.
Un país pobre como Bolivia necesita generar recursos para su desarrollo, lo ideal sería que esos recursos que se obtienen por los hidrocarburos sean para ese fin. Ahora bien, la exploración siempre será más complicada en un país como el nuestro, pues no somos un país como Suiza o EEUU, donde se genera mucho dinero y donde se pueden dar el lujo de no arriesgar el medioambiente.
La exploración y explotación siempre fueron una necesidad. Evo Morales al dar un discurso en favor de la protección a la Madre Tierra no pensó en lo económico, por lo que deberá afrontar el tema de forma equilibrada