Defensor del Pueblo pidió al Fiscal General procesar al nuevo jefe policial (Opinión, 6.12.12)
El informe del Defensor del Pueblo respecto a la violación de los derechos humanos en la marcha indígena en defensa del TIPNIS, recomendó al Fiscal General del Estado proseguir acciones penales en contra del coronel Alberto Aracena “por la violenta intervención policial acaecida el 25 y 26 de septiembre de 2011”.
Cuando se produjo la movilización indígena, el coronel Alberto Aracena era comandante Regional de la Policía de El Alto y llevaba apenas unos días en este cargo, debido a que había sido posesionado a inicios del mes de septiembre.
Aracena formaba parte del grupo policial que fue destacado a Chaparina para impedir un enfrentamiento con los colonizadores, según señala el informe del Defensor del Pueblo, el 20 de septiembre, la autoridad policial les dijo que no se les iba a permitir el paso rumbo a La Paz.
«Nos reunimos con el coronel Alberto Aracena, él dijo que tiene órdenes superiores del Gobierno para que no se deje pasar un metro más allá de Limoncito y ellos están para obedecer”, informaron los indígenas, según señala el documento de la Defensoría.
Según el informe del Defensor, la presencia del coronel Aracena, además de otros jefes policiales y miembros del Alto Mando Policial, confirma que se sabían de la realización del operativo de intervención a la marcha y traslado de los indígenas entre el 25 y 26 de septiembre del año pasado.
De acuerdo a la conclusión número 22 del informe del Defensor del Pueblo, el coronel Aracena debió haber sido procesado por lo prescrito en los artículos 11 y 12 de la Ley Orgánica de la Policía ya que se evidenciaría su responsabilidad en la violación de derechos humanos durante la intervención policial en Chaparina.
“Concurría la responsabilidad por violación de los derechos humanos de los generales Óscar Muñoz Colodro, Modesto Palacios Cruz y Edwin Foronda Franco, así como de los coroneles Óscar Chávez y Alberto Aracena, así como del Tcnl. Henry Terrazas Verduguez, además de otros funcionarios policiales que intervinieron en la planificación, preparación y ejecución de la violenta intervención, la detención arbitraria y el traslado de personas ilegalmente detenidas el 25 y 26 de septiembre del año en curso”, señala textualmente el informe.
En octubre de 2011 el coronel Alberto Aracena se convertiría en comandante departamental de la Policía de La Paz tras la destitución del coronel Wenceslao Zea, que fue destituido por permitir el ingreso de los marchistas del TIPNIS a la plaza Murillo, donde instalaron una vigilia.
Cargo que ostentó hasta mayo de 2012 cuando fue ascendido al cargo de Director de Inteligencia de la Policía y miembro del Alto Mando Policial, luego de siete meses en este cargo logró el mayor honor de su carrera, convertirse en comandante general de la Policía Nacional de Bolivia.