Crónica del seminario “Extractivismo: nuevos contextos de dominación y resistencias” (OMAL, 31.10.13)
Antonio Sandá Mera (OMAL)
Jueves 31 de octubre de 2013
Entre el 21 y el 24 de octubre se celebró en Cochabamba, Bolivia, el Seminario-taller: “Extractivismo: nuevos contextos de dominación y resistencias”. El encuentro supone el quinto de una serie de eventos internacionales que, desde hace dos años, viene organizando el Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB) con la intención de ahondar en la reflexión sobre las alternativas existentes al modelo de dominación que impera en América Latina.
En ellos se pone el acento en la irrupción del paradigma de la globalización neoliberal durante las dos últimas décadas del pasado siglo y que en la actualidad se entremezcla con el “Nuevo Socialismo del Siglo XXI”, apuntalando los fenómenos del extractivismo y la reorganización de la territorialidad a lo interno de los países y regiones emergentes de la mano del capital transnacional.
En este marco, durante los tres primeros días se presentó el contexto de los sectores minero e hidrocarburífero de Argentina, Brasil, Colombia y Bolivia, terminando cada uno de ellos con una mesa redonda, integrada por los y las panelistas, a modo de buscar puntos de encuentro y articulación. Con el objeto de concretar estas articulaciones y alianzas en la tarde del miércoles 23, se celebró una reunión de trabajo conjunta con las autoridades indígenas, líderes y lideresas participantes del seminario. Para finalizar el viernes 24 se plantearon otros contextos de dominación y resistencias, vinculados al binomio energía-extractivismo que se sucede en Colombia, Centroamérica y Brasil.
Argentina: Megaminería y el rol de YPF desde la privatización hasta los no convencionales
De la mano de Lucrecia Wagner investigadora del Instituto de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), e integrante de las Asambleas por el Agua de Mendoza, se mostraron: los argumentos e indicadores económicos embaucadores esgrimidos sobre la realidad de la minería a gran escala en Argentina y el cuestionamiento radical, desde las asambleas ciudadanas, hacia la actual colonización que el lobby minero nacional y transnacional produce en las universidades, sistemas científicos y en la educación pública en general. Lucrecia planteaba, en cambio, la defensa del agua, la vida y el futuro de las próximas generaciones (ver la presentación aquí).
Hernán Scandizzo, del Observatorio Petrolero Sur, analizó la dependencia de los combustibles fósiles que tiene la matriz energética Argentina, así como la evolución del sector de hidrocarburos desde sus inicios en manos estatales pasando por la compra de YPF a manos de Repsol hasta el nuevo mercado que se abre hoy en día con la fractura hidráulica o “fraccking”, orquestado desde el Departamento de Energía de Estado Unidos. Esta técnica se propone como posible remedio a la crisis energética que padece el país norteamericano. Si bien la expropiación de YPF a Repsol por parte del gobierno argentino en 2012 suponía un avance en la defensa de los recursos y la soberanía nacional, la tendencia seguida desde entonces no dista mucho del panorama anterior: se mantiene el horizonte de convertir al país en exportador neto de energía con la expansión de la frontera hidrocarburífera hacia regiones sin antecedentes en el territorio nacional y dando continuidad al pacto con otras transnacionales como Chevron y Wintershall (ver la presentación aquí.
Minería en Brasil y su papel en la nueva arquitectura regional y global
La transnacionalización de sus empresas y la importancia de la producción mineral (aumentó un 550% entre 2001 y 2011) y del sector hidrocarburífero liderados por Vale y Petrobras, respectivamente, han sido presentadas como el motor de desarrollo de la economía brasileña a lo largo de la última década. Fenómeno íntimamente ligado a la creación de la línea de crédito específica para la internacionalización de las empresas brasileñas por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social -BNDES-, a través del cuál se ha promovido la inserción y el triunfo de las empresas de este país -de las que en algunos casos el mismo banco forma parte del accionariado- en el nuevo orden mundial.
Maíra Sertã Mansur y Fernanda Fernandes, de Justiçia nos Thillos – PAACS -Justiça Global, y Bruno Milanez, de la Universidad Federal de Juiz de Fora, pusieron de relieve las incoherencias y falacias que rodean a estas y otras grandes empresas brasileñas como las constructoras Odebrecht y Queiroz Galvão. Estas compañías buscan hacer partícipe a toda la población brasileña de sus triunfos tratando de legitimar los impactos ambientales generados tanto en el territorio nacional como en el exterior, cuando como en el caso de Vale, “el 58.59% de las acciones están en manos de agentes no estatales” (ver la presentación aquí).
Cerrando sus ponencias plantearon diferentes propuestas de denuncia e investigación que están desarrollando alrededor de las transnacionales brasileñas a lo interno del país, en el resto del continente americano y en los continentes africano y asiático. La intención es evidenciar tanto las violaciones de derechos humanos que estas llevan a cabo como la promoción del modelo de desarrollo neoextractivista-neodesarrollista que la potencia brasileña abandera en la región latinoamericana.
Bolivia: Política minera e hidrocarburífera
La muestra sobre la realidad extractivista del Estado Plurinacional de Bolivia corrió a cargo de los miembros del CEDIB: la parte de minería fue desarrollada por Jorge Campanini y Pablo Villegas, mientras que Marco Gandarillas ilustró el tema de hidrocarburos.
Son alarmantes y preocupantes los datos del Instituto Nacional de Estadística -INE- que indican como las exportaciones de hidrocarburos y minerales se han duplicado entre 2000 y 2010. También los arrojados por las cartillas Pueblo y Soberanía del 2011 donde se establece como el mercado de zinc y plata está en manos de tres empresas transnacionales: Sumitomo de Japón, Glencore de Suiza y Coeur d’Alene Mines de EEUU. Así como la consolidación del poder de la minería mediana (así es denominada la minería transnacional por el INE) que se establece frente a las empresas estatales como la COMIBOL y las pequeñas o cooperativas, que si bien han tenido un leve crecimiento en los tres últimos años aún están muy lejos de las transnacionales. Y preocupa además la lógica extractivista sobre los recursos naturales del país que estas últimas mantienen soportadas por el Estado boliviano (ver presentación de Jorge Campanini y Pablo Villegas aquí y aquí >>).
Al igual que el sector minero, la política de hidrocarburos sigue la misma tendencia: la sobreexplotación aumenta el poder de las transnacionales, en este caso Repsol y Petrobras quienes acumulan alrededor del 62% de las reservas en el sector del petróleo y el gas natural, respectivamente. Además las reservas caen precipitadamente y casi todo lo que se extrae se exporta de forma que sólo queda el Impuesto Directo a los Hidrocarburos en manos del Estado boliviano. La tendencia no parece cambiar con un 22% del territorio nacional concesionado dentro del cual se ubican 11 de las 22 áreas protegidas que posee Bolivia (ver presentación de Marco Gandarillas aquí).
Colombia: Conflictos Ambientales de la minería; el sector de hidrocarburos; modelo de desarrollo y violaciones de derechos humanos
Las tres ponencias desarrolladas por Julio Fierro, de la Universidad Nacional de Colombia, Edgar Mojica, de la Unidad Sindical Obrera de la Industria del Petróleo y Berenice Celeyta, de la Asociación Nomadesc para el Desarrollo y la Investigación, dejaron a las claras la necesidad de establecer que las situaciones de despojo y resistencia en torno a los conflictos minero-energéticos que se desarrollan en Colombia están marcadas por el contexto del conflicto armado interno que se vive en el país. Si el conflicto ya fue duro con Uribe se ha recrudecido aún más desde la llegada de Santos, evolucionando desde la triada: seguridad democrática-confianza inversionista-cohesión social, hacia prosperidad democrática-locomotoras de desarrollo-unidad nacional (ver presentación de Julio Fierro aquí).
Julio Fierro realizó un análisis sobre los conflictos ambientales que rodean a la minería colombiana y la coyuntura de la legalidad, alegalidad, o ilegalidad de cada una de las formas de exploración y explotación. Edgar Mojica plasmó el recorrido histórico del sector hidrocarburífero colombiano, pasando por la presentación de los cuatro actores fundamentales en el mismo (gobierno, Ecopetrol, trabajadores y transnacionales) para concluir con la denuncia sobre las violaciones de derechos humanos y criminalización de las luchas que lo rodean. Esto último fue retomado el jueves 24 por Berenice Celeyta quien ilustró los vínculos de la represión y persecución a la oposición social de la explotación minero energética, eje del modelo de desarrollo colombiano (Ver presentación de Berenice Celeyta aquí >>).
Centroamérica: transnacionales, energía e integración
Desde el Observatorio de Multinacionales en América Latina -OMAL- se participó en el seminario a través de una ponencia sobre el entramado de relaciones que se tejen en torno al Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central -SIEPAC- y el Mercado Eléctrico Regional -MER- integrándose en el Plan Puebla Panamá, hoy Proyecto Mesoamérica. Los dos proyectos se presentan como los ejes para el crecimiento, desarrollo e integración energética del istmo centroamericano amparados en el enfoque neodesarrollista. Estos proyectos constituyen un nuevo marco legal que amplía las posibilidades de inversión de las grandes transnacionales de la energía eléctrica presentes en la región. Los beneficios sociales y económicos que se esperan alcanzar con la puesta en marcha del SIEPAC, y la plena operación del MER, quedan en entredicho al compararlos con las dos últimas décadas de liberalización de los mercados eléctricos centroamericanos. Además, los conflictos resultantes por la construcción de línea de transmisión y de los proyectos de generación –fundamentalmente hidroeléctricos- que la rodean ponen aún más en duda la bondad del proyecto (ver presentación de Antonio Sandá aquí).
Por último, también se presentó la situación de los recursos hídricos y su vinculación con el desarrollo de la minería metálica y de los grandes proyectos hidroeléctricos en la región centroamericana, en general, y en El Salvador, en particular, en el marco de una investigación que está siendo desarrollada en la actualidad por el equipo del OMAL.
Horizontes, retos y coordinaciones
Con la idea de estructurar las articulaciones futuras y dar continuidad a los procesos que están en marcha, se celebraron dos reuniones de coordinación quedando cuatro líneas de trabajo fundamentales:
Información e Investigación conjunta:
- 1) sobre la explotación de hidrocarburos no convencionales en la región;
- 2) sobre el tema minero y energético;
- 3) elevando el nivel de denuncias y análisis a nivel de política energética.
Intercambio:
- 1) de información sobre la explotación de hidrocarburos no convencionales (fracking) en la región;
- 2) de experiencias de afectados por minería, incluyendo a población indígena;
- 3) de experiencias de monitoreo técnico social del agua;
- 4) celebración de un encuentro entre pueblos indígenas de los países;
- 5) promover que experiencias como la de las mesas técnicas (articulación de capacidades técnicas con procesos de defensa de derechos humanos) en Perú sirvan a otros;
- 6) con Brasil, nuevas normativas, nuevas realidades extractivistas, agencia de minería, consulta previa, cianuro y oro en Latinoamérica.
Formación:
- 1) disponibilidad de una técnica de Colombia, especializada en geología para análisis de impactos mineros;
- 2) Foro sobre hidrocarburos en el chaco con participación de compañeros de tierras altas y Amazonía de Bolivia.
Movilización:
- 1) socialización de lo analizado con las bases (organizaciones e instituciones) en Bolivia;
- 2) construcción de agendas comunes alrededor de explotación de hidrocarburos no convencionales;
- 3) promover una red de derechos humanos y extractivismo entre los países de la región;
- 4) coordinación entre organizaciones bolivianas con las mismas problemáticas;
- 5) creación grupos de resistencia (rural–urbano) de apoyo a las luchas de pueblos indígenas afectados por minería en la Chiquitanía boliviana;
- 6) construcción de estrategias, construyendo propuestas de alternativas de políticas a partir de la información real en Bolivia.
En definitiva, el encuentro se constituye como una herramienta para intercambiar información sobre el preocupante rumbo que las diferentes realidades toman en la región, de manera que contribuya a la construcción de alternativas de resistencia más sólidas y solidarias en pos del beneficio de los pueblos latinoamericanos y sus recursos naturales.