Cochabamba: Tráfico de tierras aniquila agro en Quillacollo (Opinión, 23.11.2014)
El tráfico de tierras rebasó el control de las autoridades municipales en Quillacollo, y grupos de dirigentes presionan para aprobación de un proyecto de mancha urbana que amplía el área residencial en un 200 por ciento dejando al agro relegado a un tercio del total de territorio.
“Quillacollo era el único municipio de valle central que aún conservaba su vocación agrícola”, lamentó el secretario de Desarrollo Humano de la Alcaldía de Quillacollo, Fernando Flores al alertar que los nuevos asentamientos humanos invaden las zonas de mayor potencial agrícola.
Cabe destacar también que Quillacollo es el mayor exportador de flores a Latinoamérica, y además que es el único que promueve la agricultura con la organización de 25 ferias productivas al año.
Según el proyecto de ampliación de la mancha urbana e Quillacollo, del polígono total planteado más de 1800 hectáreas actualmente están consolidadas como área urbanavigente. Esta superficie prevé ser duplicada con un área extensiva de 1.123 hectáreas de áreas intensivas, que incluye el área parcialmente consolidada y conformada por los asentamientos humanos fuera del radio urbano.
Con esta planificación el área protegida, de grandes extensiones de tierra agrícola en plena producción, se reduce a 1.872 hectáreas.
El director de Urbanismo de Quillacollo explicó que hay un área de 2 mil hectáreas que, por conflicto de límites con Vinto y otras con Colcapirhua y Tiquipaya, no están siendo consideradas en este proyecto.
Autoridades del área productiva en Quillacollo alertan sobre los riesgos para la soberanía alimentaria y las inversiones – municipales y estatales- en el agro que ahora se ven acorralados por asentamientos ilegales.
El director de Desarrollo Productivo de Quillacollo, Ruddy Valverde, informó que solo en proyectos de riego se inyectaron más de 25 millones de bolivianos en un año.
Asimismo se han realizado permanentes inversiones, tanto públicas como privadas, en nuevas tecnologías para la producción, provisión de semillas mejoradas y la prevención de erosión del suelo entre otras.
Por su alto potencial, el sector productivo organiza 25 ferias agropecuarias, seis de ellas especializadas en flores, esta última con el mayor ritmo de crecimiento. Solo la exportación de flores, a 4 países, genera una ganancia 1.2 millones de dólares anuales para las familias.
A diferencia de otros municipios, los valles de Quillacollo tienen la ventaja de estar en las faldas de la cordillera del Tunari y proveerse de aguas dulces y puras, que marcan la diferencia frente a otros países.
“Nuestras flores son más fraganciosas y menos perecederas que otros países. Por eso prefieren la producción boliviana”, citó el dirigente de los floricultores, Eufronio Rojas.
Actualmente el potencial productivo de Quillacollo se encuentra en Cotapachi con 135 productores de leche, el distrito 3 con 328 productores agrícolas y lecheros, Distrito 10, en Esquilán Chico, con 383 productores de leche,
Distrito 4 en Illataco, Paucarpata, Marquina e Ironcollo con 508 agricultores, Distrito 5 en Pospocollo con 122 lecheros.
Asimismo están las 793 familias ganaderas y agricultoras en El Paso, y en el distrito 7 de Bella Vista, Marquina y Falsuri 516 familias dedicadas a la agricultura y producción de leche.
Finalmente, fuera del polígono, en el Distrito 9 está Misicuni con 530 familias dedicadas principalmente a la producción de papa, camélidos y peces.
Investigadores de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) alertaron anteriormente que el polígono ingresaba a áreas protegidas del Parque Nacional Tunari, cuando ésta es protegida por una ley nacional y departamental.
También las zonas arqueológicas
El tráfico de tierras llegó hasta zonas arqueológicas en Cotapachi y zonas religiosas en Cota, según informó el director de Desarrollo Productivo de Quillacollo, Ruddy Valverde.
El loteamimento en estas zonas llegó a tal punto que grupos de asentamientos humanos presionaron a las autoridades para trabajar en una ley nacional que modifique la Ley Nº 3194 que declara Patrimonio Nacional, Ecológico, Religioso, Turístico Arqueológico, tangible e intangible a la Serranía de Cota.
En estas tierras, que en su mayoría eran fiscales, grupos de personas se asentaron ilegalmente y personas dedicadas a la “urbanización” solicitaron al INRA saneamientos para su titulación.
Como la Ley Nº3194 impedía cualquier titulación en la zona, la presión de los nuevos barrios logró la elaboración de un proyecto normativo que es trabajado en coordinación con la Secretaría de Gestión de Desarrollo de la Región Metropolitana de la Gobernación.
Con este proyecto, el área de peregrinación a la Virgen de Urcupiña, en la serranía de Cota al oeste del Calvario -donde estaba el juturi- se redujo a 500 metros cuadrados, que la parroquia de San Ildefonso logró resguardar como zona religiosa.
Aprobación de la Mancha Urbana desata conflictos
Aunque el proyecto ya tiene un avance del 70 por ciento varios conflictos surgieron y desde hace algunos meses convulsionaron la ciudad con recurrentes marchas, bloqueos y vigilias.
Por una parte, están los vecinos, de las áreas en conflicto limítrofe que exigen su inclusión en el polígono de proyecto. Sin embargo según la recomendación el Ministerio de Planificación, esta área deberá ser trabajada posteriormente, cuando el conflicto limítrofe sea resuelto, probablemente a través de un referéndum.
En otro grupo se encuentran los regantes y agricultores que rechazan ser incluidos en el área extensiva que la ven como un riesgo a la agricultura en general y la floricultura en particular.
Si bien considera enclaves agrícolas, no restringe la posibilidad de cambiar su uso de suelo por la fuerte influencia residencial y de loteamientos que existe en la zona, según explicó el dirigente de la Conaljuve, Cirilo Herbas.
Un tercer grupo lo forman dirigentes de urbanizaciones ilegales y clandestinas en zonas agrícolas, quienes contra todo pronóstico rechazan la ampliación de la mancha urbana.
“Les resulta mejor -a los loteadores -el negocio cuando con la ayuda del INRA que con el municipio”, dijo Rojas al explicar que con un saneamiento del INRA los loteadores no ceden el 37 por ciento de área a urbanizar para equipamiento urbano y áreas verdes.
En las últimas dos fases de saneamiento de terrenos -desde el 2010- se evidenció, a través del geodata -documento público- que el INRA saneó terrenos entre 150 y 300 metros cuadrados, cuando la norma indica que la propiedad agrícola solo se puede fraccionar si es mayor a los 5 mil metros cuadrados.
“Los movimientos sociales rebasaron a las autoridades”
El problema de fondo para el caótico crecimiento urbano en Quillacollo y los consecuentes conflictos por la aprobación de la mancha urbana se debe a que los “movimientos sociales rebasaron a las autoridades”, señaló el abogado Hugo Santa Cruz.
Para el abogado, desde que los movimientos sociales “mal entendieron” la esencia de “gobernar obedeciendo al pueblo” -tal como lo señala el presidente Evo Morales- enQuillacollo prima el capricho del dirigente que lidere el grupo de asentados ilegales.
“Ahora se abrieron brechas tremendas y no solo a áreas agrícolas, sino a áreas protegidas y arqueológicas”, dijo.
Esta situación derivó a que en Quillacollo queden casi extintas las grandes extensiones de cultivos, antes de 3 hasta 10 hectáreas y ahora solo de 300 y 500 metros.
Según el análisis de este profesional, los loteamientos se realizaron “por donde les vino en gana” sin la participación del municipio y, por ende, sin considerar espacios que aseguren la calidad de vida de sus habitantes.
Ahora estos nuevos asentamientos no tienen ninguna planificación urbanística. Las calles son estrechas y solo permiten el paso de un vehículo, no existen aceras, menos áreas verdes o zonas de equipamiento para parques, canchas, postas de salud, o postas policiales.
En la zona de Irconcollo por ejemplo, para pasar de una calle a otra paralela las personas deben recorrer hasta un kilómetro, que muchas veces lo conduce a un callejón sin salida.
Al no existir aceras, los niños que todos los días acuden a la escuela, deben pelar espacios con los vehículos que pasan a toda velocidad en la única vía estructurante-la avenida Santa Cruz- que vincula a las poblaciones campesinas con el centro de la ciudad.
Asimismo el desordenado asentamiento impide a la municipal brindar cualquier servicio de agua potable, alcantarillado, gas y otros que no tienen espacio ni orden para su instalación.
“Por ahora es muy fácil perforar un pozo y proveerse de agua, pero si esto continúa las familias campesinas se quedarán sin agua para riego”, dijo Santa Cruz.
Ante esta situación, Santa Cruz señaló que las autoridades se ven en “la odiosa necesidad de aprobar la mancha urbana”, a fin de que los asentamientos en tierras agrícolas pasen a tuición municipal y se ponga un orden.