Challapampita, Oruro: Policía controla a ocupantes ilegales (El Diario, 07.11.2014)
La Policía de Oruro logró controlar a los casi dos mil supuestos dueños de terrenos que existen en la zona Norte de la ciudad, donde se destruyeron decenas de casas que fueron construidas en forma ilegal, sin respetar planos y sin autorización municipal.
El comandante de la Policía Departamental, coronel René Rojas, dijo que cada día y parte de la noche se han movilizado a los efectivos policiales para que puedan apaciguar a los dos grupos que se han asentado en la zona norte de Oruro, en el sector de Challapampita, lugar de donde se extrae agua potable de los pozos profundos para la ciudad.
Explicó ayer que, cada sector “dice tener derecho propietario, pero que no muestran sus documentos a la mano y que, ante esa situación, se ha decidido mantener a los policías en el lugar, para garantizar la tranquilidad y evitar los enfrentamientos, después de la destrucción de casas y utilización de dinamitas”.
Explicó que, durante los enfrentamientos, algunas personas resultaron con heridas, pero no hay casos de gravedad. Dijo que las casas que estaban construidas en distintos lugares, “aparecieron destruidas, pero afortunadamente no hay víctimas fatales y para evitar enfrentamientos, se mantendrá a un contingente policial en el lugar”.
Los problemas se suscitaron desde hace ocho años. Los enfrentamientos entre avasalladores de terrenos y los dueños y/o adjudicatarios de terrenos ocurren en diferentes lugares, con los mismos argumentos. “Nosotros somos los dueños”, explicaron los avasalladores, porque “el Estado es el dueño de los terrenos y nosotros formamos parte del Estado”.
La alcaldesa municipal, Rossío Pimentel Flores, prefirió ignorar el problema, como en todos los casos de enfrentamientos. Los técnicos municipales explicaron que ninguna de las urbanizaciones que están asentadas en la zona Norte de la ciudad tiene planos aprobados.
Los comunarios de la municipalidad de Soracachi advirtieron que son los legítimos propietarios de esos terrenos y, por lo tanto, nadie puede asentarse en ese lugar. Durante el operativo de la destrucción de terrenos, que ocurrió la madrugada del pasado martes, según testigos presenciales, “habían por lo menos dos mil personas que se dedicaron a destruir las casas”.