Cedib: segunda oleada normativa para hidrocarburos pone en mayor riesgo a territorios indígenas y AP (Brújula Digital. 02/03/23)
El Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) a través de su investigador, Jorge Campanini, advirtió que la segunda oleada normativa aprobada por el Gobierno a través de decretos y resoluciones ministeriales en 2022, no sólo flexibiliza las condiciones para la exploración y explotación hidrocarburífera con cambios en Ley 3058, sino también, que pone en mayor vulnerabilidad a territorios indígenas y áreas protegidas.
“Hay un gran riesgo para zonas ecológicamente sensibles, el que sean territorios indígenas o áreas protegidas ya no son un límite, y hay una posibilidad muy grande de que se pueda repetir situaciones similares a las ocurridas con el Bloque Nueva Esperanza”, señaló el experto a Brújula Digital.
Campanini hizo alusión a los hechos ocurridos el 2016 cuando la china BGP, contratada por YPFB, ingresó al Bloque Nueva Esperanza ubicado en la cuenca del Río Madre de Dios, al Norte del departamento de La Paz, para realizar tareas de exploración sísmica, afectando presuntamente a un pueblo en aislamiento voluntario, probablemente Toromonas.
“Esta crisis estructural del sector ha dado paso a esta segunda oleada de transformación normativa que está permitiendo que los requisitos para explorar y los límites para hacer trabajos hidrocarburíferos sean menores, y en estas condiciones son las comunidades indígenas, las áreas protegidas las que salen perdiendo”, afirmó.
Citó como ejemplo, el ingreso de actividades petroleras a la Reserva Natural de Flora y Fauna Tariquía, a pesar de la oposición de las comunidades afectadas, así como también las actividades en el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Aguaragüe en El Gran Chaco de Tarija o el pozo Mayaya X1 en el área Lliquimuni del departamento de La Paz, ubicado en una zona no tradicional.
Medidas desesperadas
Para el investigador y experto en extractivismo, Jorge Campanini, las medidas adoptadas por el Gobierno están mostrando que hay una crisis muy fuerte en el sector hidrocarburífero, que el descenso de la producción, el descenso de la exportación es algo muy sentido.
«Los campos en declinación lo han reafirmado y estamos ante una evidente crisis, y en este contexto se están tomando medidas desesperadas, y se han tomado desde el 2014 que fue la primera ola de la modificación del marco normativo, la primera gran flexibilización en áreas de hidrocarburos, y ahora podemos decir que se viene otra ola de normas», señaló.
Dijo que lo que mostró el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina con las modificaciones y adecuaciones en el Downstream es igual a decir: « importemos líquidos como sea, que entren sin impuestos, que los ductos sean de prioridad nacional, que entre lo más que se pueda, hay que meter todo porque no tenemos petróleo».
En cuanto al Upstream sostuvo que el mensaje del Gobierno es «exploremos donde sea y como sea; porque está mostrando una desesperación, la crisis está llevando a tomar medidas desesperadas, el hecho de que ratifica de que las áreas protegidas no es una limitante. Habló de Tariquía, del contrato de San Telmo Norte, San Telmo Sur, Astillero, habló de de la Amazonía de los proyectos en marcha».
En esta crisis estructural del sector hidrocarburífero dijo el Gobierno está llevando al país a una «segunda oleada de transformación normativa», para flexibilizar las condiciones y requisitos para explorar y explotar, para que los límites sean cada vez menores, y que en estas condiciones quienes salen perdiendo son comunidades indígenas y áreas protegidas.
BD JMC