Cedib: Industria petrolera amenaza las áreas protegidas (El Diario, 04.6.13)
El 50% de las Áreas Protegidas Nacionales (APN) están afectadas por la frontera hidrocarburífera (en total 11). Al interior de las 22 APN, el 17,9% del total de su superficie ha sido dispuesta como áreas de actividad petrolera (3.046.797,50 de hectáreas), según un cálculo del Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib).
Siete de las Áreas Protegidas Nacionales, entre ellas el Tipnis enfrentan un alto nivel de afectación ya que más del 30% de toda su superficie ha sido definida como área petrolera. Lo preocupante, según la entidad, es que se ha decidido crear áreas petroleras superpuestas a las APN sin haber realizado ningún estudio técnico y sin que se pronuncie la autoridad competente.
“Bolivia es reconocida mundialmente como uno de los países con mayor riqueza natural y es uno de los 10 con mayor biodiversidad del planeta. Esta riqueza natural está protegida a través del Sistema Nacional de Áreas Protegidas integrado por 123 áreas (22 de carácter nacional, 23 de carácter departamental y 78 áreas municipales)”, recuerda el Cedib.
Sin embargo, cinco de las 22 Áreas Protegidas Nacionales: Madidi, Aguaragüe, Tariquía, Iñao, Pilón Lajas y Manuripi han sido desnaturalizadas, vale decir que la afectación es tal que se compromete la razón de su creación.
Es más, con afectaciones que abarcan entre el 55% y más del 90% de la superficie de las APN, es imposible pensar siquiera en acciones de mitigación que sean viables, agrega el estudio.
“En cinco de las más importantes Áreas Protegidas del País, las especies de flora y fauna que albergan y todo el patrimonio natural y cultural que existe en su interior corren el inminente riesgo de desaparecer”, advierte el Cedib.
El núcleo mayor de todo este sistema está integrado por las 22 APN del país que abarcan una extensión de 17.004.797,00 hectáreas (170.047,97 Km2). Estas 22 Áreas Protegidas Nacionales comprenden un 15,5% del territorio nacional aproximadamente.
“De acuerdo a la Ley de Medioambiente, el propósito de las Áreas Protegidas es proteger y conservar la flora y fauna silvestre, recursos genéticos, ecosistemas naturales, cuencas hidrográficas y valores de interés científico, estético, histórico, económico y social, con la finalidad de conservar y preservar el patrimonio natural y cultural del país”, añade el Cedib.
El 50% de las Áreas Protegidas Nacionales (APN) están afectadas por la frontera hidrocarburífera (en total 11). Al interior de las 22 APN, el 17,9% del total de su superficie ha sido dispuesta como áreas de actividad petrolera (3.046.797,50 de hectáreas), según un cálculo del Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib).
Siete de las Áreas Protegidas Nacionales, entre ellas el Tipnis enfrentan un alto nivel de afectación ya que más del 30% de toda su superficie ha sido definida como área petrolera. Lo preocupante, según la entidad, es que se ha decidido crear áreas petroleras superpuestas a las APN sin haber realizado ningún estudio técnico y sin que se pronuncie la autoridad competente.
“Bolivia es reconocida mundialmente como uno de los países con mayor riqueza natural y es uno de los 10 con mayor biodiversidad del planeta. Esta riqueza natural está protegida a través del Sistema Nacional de Áreas Protegidas integrado por 123 áreas (22 de carácter nacional, 23 de carácter departamental y 78 áreas municipales)”, recuerda el Cedib.
Sin embargo, cinco de las 22 Áreas Protegidas Nacionales: Madidi, Aguaragüe, Tariquía, Iñao, Pilón Lajas y Manuripi han sido desnaturalizadas, vale decir que la afectación es tal que se compromete la razón de su creación.
Es más, con afectaciones que abarcan entre el 55% y más del 90% de la superficie de las APN, es imposible pensar siquiera en acciones de mitigación que sean viables, agrega el estudio.
“En cinco de las más importantes Áreas Protegidas del País, las especies de flora y fauna que albergan y todo el patrimonio natural y cultural que existe en su interior corren el inminente riesgo de desaparecer”, advierte el Cedib.
El núcleo mayor de todo este sistema está integrado por las 22 APN del país que abarcan una extensión de 17.004.797,00 hectáreas (170.047,97 Km2). Estas 22 Áreas Protegidas Nacionales comprenden un 15,5% del territorio nacional aproximadamente.
“De acuerdo a la Ley de Medioambiente, el propósito de las Áreas Protegidas es proteger y conservar la flora y fauna silvestre, recursos genéticos, ecosistemas naturales, cuencas hidrográficas y valores de interés científico, estético, histórico, económico y social, con la finalidad de conservar y preservar el patrimonio natural y cultural del país”, añade el Cedib.
El 50% de las Áreas Protegidas Nacionales (APN) están afectadas por la frontera hidrocarburífera (en total 11). Al interior de las 22 APN, el 17,9% del total de su superficie ha sido dispuesta como áreas de actividad petrolera (3.046.797,50 de hectáreas), según un cálculo del Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib).
Siete de las Áreas Protegidas Nacionales, entre ellas el Tipnis enfrentan un alto nivel de afectación ya que más del 30% de toda su superficie ha sido definida como área petrolera. Lo preocupante, según la entidad, es que se ha decidido crear áreas petroleras superpuestas a las APN sin haber realizado ningún estudio técnico y sin que se pronuncie la autoridad competente.
“Bolivia es reconocida mundialmente como uno de los países con mayor riqueza natural y es uno de los 10 con mayor biodiversidad del planeta. Esta riqueza natural está protegida a través del Sistema Nacional de Áreas Protegidas integrado por 123 áreas (22 de carácter nacional, 23 de carácter departamental y 78 áreas municipales)”, recuerda el Cedib.
Sin embargo, cinco de las 22 Áreas Protegidas Nacionales: Madidi, Aguaragüe, Tariquía, Iñao, Pilón Lajas y Manuripi han sido desnaturalizadas, vale decir que la afectación es tal que se compromete la razón de su creación.
Es más, con afectaciones que abarcan entre el 55% y más del 90% de la superficie de las APN, es imposible pensar siquiera en acciones de mitigación que sean viables, agrega el estudio.
“En cinco de las más importantes Áreas Protegidas del País, las especies de flora y fauna que albergan y todo el patrimonio natural y cultural que existe en su interior corren el inminente riesgo de desaparecer”, advierte el Cedib.
El núcleo mayor de todo este sistema está integrado por las 22 APN del país que abarcan una extensión de 17.004.797,00 hectáreas (170.047,97 Km2). Estas 22 Áreas Protegidas Nacionales comprenden un 15,5% del territorio nacional aproximadamente.
“De acuerdo a la Ley de Medioambiente, el propósito de las Áreas Protegidas es proteger y conservar la flora y fauna silvestre, recursos genéticos, ecosistemas naturales, cuencas hidrográficas y valores de interés científico, estético, histórico, económico y social, con la finalidad de conservar y preservar el patrimonio natural y cultural del país”, añade el Cedib.