Avasalladores golpean a empleados municipales y a dueños de terrenos (El Diario, 05.06.2013)
Los diez policías tuvieron que escapar de la urbanización Vida Nueva en un minibús. Un micro fue apedreado, cuando los funcionarios colocaban precintos de “construcción clandestina” a las casas de los avasalladores.
Oruro – Bolivia.- Los avasalladores de la urbanización Vida Nueva, de propiedad de Rómulo Lafuente, golpearon ayer a los empleados municipales, abogados y policías que trataron de notificar a los supuestos “dueños” de los terrenos con el precinto de “construcción clandestina”.
Los precintos fueron colocados en algunas casas, a las 09.30 horas, cuando los avasalladores todavía se encontraban desprevenidos, pero, uno de ellos hizo explotar un petardo y aparecieron decenas. Algunos llegaron desde la ciudad, en vehículos modernos, armados con hondas, piedras, palos y picotas.
El micro, que estaba estacionado, para volver al centro de la ciudad con los policías, fue apedreado y quedó con las ventanas rotas. Los dueños escaparon en otros motorizados. Los periodistas que fueron al lugar para cubrir el hecho noticioso tuvieron que mostrar sus credenciales, por la fuerza y bajo amenaza de que si volvían “serán quemados”.
Los policías tuvieron que salir en forma apresurada de ese barrio, ubicado a 3 kilómetros al Noreste de la ciudad, camino al balneario de Capachos. Los uniformados subieron en un minibús, con destino a la Policía, pero otra patrulla, que nada tenía que ver en el conflicto, también quiso pasar por el lugar, pero fue retenida por la fuerza, con la intención de golpearlos. Después de una hora, los uniformados fueron puestos en libertad.
Uno de los damnificados del conflicto, Alberto Vásquez, fue al lugar por curioso y se acercó a los periodistas, para preguntar lo que estaba pasando, pero recibió una golpiza, supuestamente “por ser cómplice de los dueños de los terrenos”. Vásquez, totalmente ensangrentado y con el rostro hinchado, tuvo que retirarse en un vehículo particular para denunciar el “intento de asesinato”, tanto en la Policía como en el Ministerio Público.
El grupo de avasalladores obligó a los periodistas a grabar su versión, “caso contrario, no salen de aquí” amenazó. La periodista Irene Tórrez, de PAT, asustada, logró salir del lugar. Después de una media hora, llegó otro grupo de funcionarios de la Dirección de Ordenamiento Territorial de la Alcaldía, estuvo apenas 30 segundos, en una vagoneta roja. Los enardecidos corrieron hasta el vehículo, con piedras y palos, pero el vehículo pudo salir raudamente del lugar por otro camino.
Los avasalladores, en su “obligada conferencia de prensa”, explicaron que ellos “tienen un convenio con el dueño, para ocupar ese terreno con destino a la construcción de 400 casas, especialmente para los comunarios de Soracachi”. Cuando se les consultó que si tenían derecho propietario, afirmaron que solamente “tienen un convenio” y “no tenemos papeles”.
Vásquez pidió a las autoridades del departamento de Oruro “terminar con los avasalladores, porque están haciendo mucho daño, incluso a los periodistas que no pueden ingresar a sus terrenos, a pesar de tener los documentos legales en orden y haber aprobado su planimetría en base a ley”.
Los técnicos municipales y abogados prefirieron no emitir criterio al respecto, porque se encontraban muy asustados. Horas más tarde, los mismos avasalladores fueron a las oficinas de los técnicos para “intimidarles y preguntarles por qué han venido a la urbanización Vida Nueva y quién les ha mandado, deben ser pagados”.
AUTORIDADES
Las autoridades de las instituciones de Oruro decidieron ayer poner fin a los avasallamientos en esta ciudad y trabajar en forma coordinada contra quienes se apoderan de terrenos y casas, porque “es la única forma de resolver este gran conflicto social que está causando luto y dolor”.
La reunión se efectuó a partir de las 15.00 horas en el Comando de la Policía Departamental, pero, en forma inexplicable, aparecieron los avasalladores, dirigidos por Felipe Huarachi, en representación de la supuesta Coordinadora de Juntas Vecinales Periurbanas. “Queremos entrar a la reunión, para exponer nuestros puntos de vista”, dijo.
Huarachi se encontraba vestido con un pasamontañas, casi irreconocible, pero los policías impidieron el paso, porque la reunión “se organizó únicamente con las autoridades del departamento y representantes de instituciones públicas, para analizar el problema de los avasalladores”.
El fiscal de distrito, Francisco Terán, indicó: “ Debemos empezar a trabajar para resolver este conflicto a la brevedad posible, en las dos mesas de trabajo que ya hemos organizado, para que tenga un resultado productivo”.
El presidente de la Brigada Parlamentaria, Freddy Huayta, denunció que exfiscales y algunos fiscales, “también están comprometidos con los avasalladores” y por ese motivo, pidió que se organice “una comisión de fiscales independientes, para que en forma imparcial investiguen este problema”.
La alcaldesa municipal, Rossío Pimentel Flores, respondió que ella personalmente “ha soportado las movilizaciones de los avasalladores, que han sido impulsados por los amigos de Freddy Huayta, ahora presidente de la Brigada Parlamentaria, porque hacían incluso bloqueos y paros frente a la Alcaldía, para exigir que se hagan obras en esos barrios y, por miedo, se ha tenido que incorporar en el plan operativo anual con diferentes proyectos”.
Los dirigentes de la Federación de Juntas Vecinales, encabezados por Samuel Mendizabal, pidieron “trabajar para evitar más avasallamientos en la ciudad de Oruro y si hay necesidad de modificar leyes, hay que hacerlo, porque todos los días existen quejas, llanto, procesos, denuncias contra los avasalladores, sin haber encontrado respuesta de parte de las autoridades”.
El representante de la Gobernación, Juan Carlos Rodríguez, planteó incluso modificar las normas administrativas municipales para que los avasallamientos también sean incorporados en sus reglamentos, ya que hasta el momento, “sólo se sanciona al dueño del terreno que construye su casa en forma clandestina, pero no se castiga al avasallador que hace lo mismo, pese a que no es dueño de ese terreno”.