Agricultores protestan contra mancha urbana (Los Tiempos, 12.12.2014)
La tensión por la ampliación de la mancha urbana en Quillacollo continúa. Los regantes, agricultores, lecheros y floricultores marcharon ayer por cuarta vez en rechazo al plan de extender la configuración urbana del municipio de 18.000 hectáreas hace diez años a 29.000.
Aunque los manifestantes se reunieron ayer con la Dirección de Urbanismo decidieron continuar con sus medidas, porque el alcalde Charles Becerra no participó en el encuentro. Sin embargo, la Alcaldía convocó a los sectores a una mesa de trabajo hoy.
El vicepresidente de 13 centros de acopio, Freddy Melgarejo, sostuvo que definirán sus nuevas medidas de presión, entre ellas una marcha hacia La Paz. En tanto, que el director de Urbanismo de Quillacollo, Erik Rojas, explicó que existe apertura para realizar una mesa de trabajo hoy por la tarde con técnicos de la Alcaldía y dirigentes.
Los productores agrícolas de las comunidades de Marquina, Falsuri, El Paso, Chocaya, Mosoj Rancho, Bella Vista y Esquilán reclaman desde hace un mes que la Alcaldía certifique de manera oficial que no incluirá a la zona norte dentro de la nueva mancha urbana. Pues, el alcalde Charles Becerra informó que se decidió retirar las áreas agrícolas del sector norte de la mancha.
“Nosotros trabajamos desde las cuatro de la madrugada, pero nos quieren quitar nuestras tierras. Si urbanizan los loteadores entrarán y no tendremos ni agua para riego”, denunció Melgarejo.
Por otro lado, el director jurídico de la Alcaldía de Quillacollo, José Lora, señaló que se busca incorporar sectores con características urbanas. Esto significa que se observaron zonas donde se encontraban viviendas edificadas y de este modo, las mismas podrán tener servicios básicos.
El área urbana constaba de 18 mil hectáreas en 1999, sin embargo en 2014 se aumentaron a 29 mil. En un inicio el plan era ampliar la mancha urbana a 40 mil hectáreas. El aumento afectaría a 10 mil personas dedicadas a la agricultura.
Conflicto por ley sobre Cota
Aunque la Ley 3194 que se promulgó en 2005 declaró patrimonio nacional el cerro de Cota por su valor arqueológico y religioso, al menos 20 organizaciones vecinales entre antiguas y nuevas intentan ser incluidas en la mancha urbana de Quillacollo.
El director de Urbanismo de Quillacollo, Erick Rojas, informó que como consecuencia de la Ley 3194 el cerro de Cota es casi intocable y no debería existir ningún asentamiento en el lugar. Sin embargo, la norma aún no está reglamentada y por lo tanto es difícil establecer los límites.
Las viviendas más afectadas son las que se construyeron antes de la promulgación de la ley. Se estima que hay construcciones desde 1976 y ahora sus propietarios buscan la manera de regularizar sus asentamientos.
A ello se suma, el resultado de un Amparo Constitucional que establece que el Estado debe indemnizar a los propietarios de los terrenos afectados con la Ley 3194 que no pueden realizar actividades productivas ni urbanizar su propiedad.