300 viviendas de Villa El Rosario fueron destrozadas en un ataque (La Razón, 31.10.2013)
Unas 300 viviendas quedaron destrozadas y 50 vecinos de Villa El Rosario, entre Achocalla y Viacha, resultaron heridos tras el ataque de más de 600 personas que llegaron en vehículos y tenían distintivos naranjas en el brazo.
A las 09.30 del martes, un numeroso grupo llegó de diferentes direcciones en buses, taxis y minibuses. Tenían cintillos anaranjados amarrados en los brazos. “Ni bien bajaron de las movilidades empezaron a destruir y golpearnos con palos, piedras y otros objetos pesados”, relató Bernardo Huarachi.
El 14 de septiembre del año pasado esta zona vivió una tensión semejante. Entonces, dos bandos de vecinos asentados en Villa Rosario, desde 2007, se enfrentaron en el predio que ocuparon de manera conjunta.
El saldo del martes fue de unas 50 personas heridas y 52 niños afectados psicológicamente, los cuales fueron tratados por la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) de El Alto. Ambos grupos se acusan de ser avasalladores y reivindican tener el derecho propietario de los terrenos. En la pugna se mencionaron tres nombres de los supuestos dueños: Miguel Pumari, Valerio Queso y Jorge Patiño.
Conflicto. En los hechos del martes, los asentados en el área aseguraron que el ataque fue promovido por una cuarta persona, quien según ellos había perdido un juicio por la posesión de los terrenos.
Un vecino captó en su celular la imagen de dos personas, un hombre y una mujer, que fueron detenidas durante el ataque y declararon de rodillas que habían sido contratadas. “ A mí me ha dicho el Rolando que venga aquí. Me ha pagado 200 bolivianos”, señaló el hombre. Ellos aseguran que vieron panfletos y oyeron llamados por radio que ofrecían trabajos por 200 bolivianos en esta zona.
A las 07.00 del martes, los vecinos de esta zona ya habían salido a trabajar y otros alistaban a sus hijos para llevarlos al colegio. En su mayoría, quienes aún permanecían en el barrio eran mujeres, niños menores de cinco años y personas de la tercera edad. De modo que la defensa fue débil. Una anciana agarró un palo para repeler el ataque, pero los agresores se lo quitaron y le fracturaron sus brazos con el mismo objeto.
La Razón recorrió el lugar y observó una innumerable cantidad de muros perimetrales de adobe y de ladrillo derribados, ventanas destrozadas, un minibús con los vidrios laterales y el parabrisas roto, techos derribados hacia dentro de los inmuebles, algunos de los cuales fueron quemados, entre otros daños.
“Dónde haré dormir a mis hijos, éstas eran todas mis pertenencias. Entrar a mi casa me da pena; se quemaron nuestras ropas, muebles e incluso se llevaron nuestro dinero”, reclamó Mery Ortiz entre lágrimas.
Pese al ataque, los vecinos, que se asentaron en el lugar en 2007 se mantienen en la zona y están en vigilia con guardias nocturnas. Son unas 5.000 familias ubicadas en unos 3.000 lotes. Ayer, marcharon hasta las puertas de la Policía de El Alto para pedir investigación y justicia.
Las pugnas se iniciaron en 2011
Divididos
El asentamiento en Villa el Rosario comenzó en 2007 y en junio de 2010 el grupo se dividió. El 21 de julio de 2011 se produjo el primer enfrentamiento, porque aparecieron varios dueños de los lotes tomados. Según los asentados, el último que intentó apropiarse fue Rolando C.
Heridos graves, internados
El ataque que sufrieron los vecinos de Villa El Rosario el martes por la mañana dejó un saldo de unos 50 heridos, 15 de los cuales fueron hospitalizados. Uno de los vecinos, que pidió no revelar su nombre, relató cómo su vecina, de más de 60 años, intentó defenderse con un palo.
“Le arrebataron esa madera y con ese mismo objeto la golpearon y le fracturaron los dos brazos”. Uno de los internados necesita al menos 18.000 bolivianos para ser operado de una de las piernas porque sufrió fracturas múltiples.
“No queremos dar más nombres, por seguridad. A este señor le lanzaron una piedra sobre su pierna mientras estaba en el suelo”, señaló Bernardo Huarachi. El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Juan Sanjinés, dijo que se investigarán los hechos sucedidos el martes.
Vecinos temen por un nuevo ataque
‘Trabajé cinco años para mi casa’: Salomé Arce tiene 4 hijos y sostiene el hogar
“He trabajado por cinco años vendiendo helados, ganando 50 centavos y haciendo otras labores para que en un día quemen mi casa y me dejen en la calle, sin nada”.
‘Los ancianos fuimos golpeados’: Hipólito Colque, representante de los ancianos
“Lo que más dolió fue ver a nuestros nietos llorar y correr asustados, y a nuestros hijos defendernos y ser golpeados. En la intervención también fuimos brutalmente agredidos”.
‘Estamos vigilando con miedo’: Benedicta Sarsuri, no tiene dónde ir
“Esto es una pesadilla. No sabemos dónde vamos a ir, por eso estamos vigilando, en estado de emergencia y con mucho miedo. Ya vimos de lo que son capaces”.