¡Tariquía resiste a la presión petrolera!
¡Una de las áreas protegidas más importantes del sur de Bolivia sigue en peligro!
La Reserva Natural de Flora y Fauna Tariquía, ubicada en el departamento de Tarija, alberga una importante riqueza natural –es uno de los hogares del oso jucumari y otros cientos de especies–, convirtiéndola en una de las áreas protegidas mejor conservadas de Bolivia, sin embargo, continua en alerta.
Desde hace más de una década proyectos de exploración y explotación hidrocarburífera impulsadas desde el propio Gobierno, se gestionan en zonas restringidas para cualquier actividad extractiva y a pesar de la oposición de las comunidades que resisten este atropello.
Tariquía no solo posee una importante biodiversidad sino, es el nacimiento de agua para la provisión de cuencas de los ríos Bermejo y Tarija. Su intervención comprometería los recursos hídricos en la región y toda actividad de sustento de las propias familias que cohabitan dentro la Reserva.
Tariquía el ejemplo de bosque tucumano-boliviano mejor conservado.
¿Qué ha sucedido en Tariquía?
Desde 2013 se viene denunciando la sistemática degradación de las áreas protegidas en el país debido a un modelo económico que apuesta por la extracción y exportación de materias primas en un contexto de agotamiento de recursos no renovables.
Luego en 2014, y sin consultar con las comunidades, SERNAP actualizó el Plan de Manejo de Tariquía, un documento que permite el mantenimiento y protección del área protegida, estableciendo más zonas para la exploración de hidrocarburos y otras actividades extractivas.
En total, un 52% de la Reserva se encuentra comprometida para estos proyectos. ¿En verdad Tariquía se convertirá en una promesa energética para el país?
La nueva zonificación redujo las fronteras de protección de cuencas al 33% e incrementó la zona de aprovechamiento de recursos naturales en un 45%. Esta expansión toco el ala oeste de una nueva zona de uso moderado convirtiéndola en vulnerable.
¿Cómo han respondido las comunidades?
Estas modificaciones impulsadas desde el gobierno para facilitar proyectos y megaobras por intereses ajenos a la preservación de la biodiversidad latente en el área protegida han sido rechazadas desde 2018 por las comunidades de Tariquía.
Sin embargo, la desesperación del Estado por responder las múltiples crisis en el sector de hidrocarburos son la razón para pasar por encima de las decisiones, demandas y territorios de las comunidades de la Reserva.
Los últimos tres gobiernos, en estos 9 años, insisten en la idea de “oportunidad energética” que puede ser Tariquía y que ahora, están impulsando a pesar de las comunidades y del medio ambiente. Esto es una grave alerta para otras áreas protegidas del país en situación similar.
¡Permitir el ingreso de petroleras a Tariquía abriría las puertas a exploraciones en otros sectores!
Esta lucha ha generado bastantes muestras de solidaridad a nivel departamental y nacional y se ha convertido en un referente regional, pues ha logrado detener el avance de una de las empresas más grandes de la región: PETROBRAS, en sociedad con el Estado y su empresa YPFB Chaco.
Luego de décadas que el sur del país abastecieron de gas las exportaciones y consumo interno de Bolivia, hoy en día los pueblos son avasallados por grupos externos y otros afines al gobierno.
Constantemente se denuncian hechos de deslegitimación, amedrentamiento y amenazas en contra de defensores y defensoras del territorio.
Se han vulnerado derechos de acceso a información y de consulta previa ante un Plan de Manejo actualizado sin el consentimiento de las comunidades, se ha vulnerado el derecho a una vida digna, el derecho al acceso a justicia ambiental y defensa que responde el Acuerdo de Escazú.
A parte se ha hecho caso omiso a la resolución de comunidades que reconocen el rechazo rotundo de cualquier actividad hidrocarburífera en la Reserva.
Las comunidades de Chiquiacá han rechazado la incursión de empresas petroleras en la Reserva de Tariquía, defendiendo su derecho a la protesta pacífica.
La Subcentral de Tariquía, junto a 24 organizaciones entre ellas la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas (CONTIOCAP), ha denunciado la judicialización por parte de YPFB y la Fiscalía de Entre Ríos contra defensores ambientales, alegando que este proceso es una represión a su legítima defensa del territorio.
Compartimos y hacemos el llamado a la solidaridad de la sociedad civil y organismos internacionales de DDHH para frenar esta persecución judicial que viene de años con total impunidad. Ahora es el momento de apoyar la lucha por la protección de la Reserva de Tariquía y los derechos de las comunidades campesinas.
¿QUIERES CONOCER MÁS SOBRE EL TEMA?
Tariquía, sin duda, es una de las más representativas luchas por la naturaleza y la vida frente a la intervención petrolera en Bolivia. A continuación, compartimos algunos documentos para que puedas conocer más sobre esta resistencia.
Nuestras investigaciones y análisis:
Tenemos material bibliográfico para su lectura y debate:
Nuestros videos del caso:
Defensoras
La resistencia tiene rostro de mujer
¡También tenemos un podcast Defensoras donde participa Paula Gareca representante de la lucha en Tariquía!