Denunciando la historia de dominación y despojo que han sufrido los pueblos de América Latina y acusando al modelo de desarrollo actual de sumergir a las comunidades en pobreza, exclusión y destrucción de sus territorio, organismos multilaterales y gobiernos, apoyados por intereses transnacionales, perpetúan este proceso de saqueo, favoreciendo a grandes corporaciones a expensas del bienestar de los pueblos y su medio ambiente.
A pesar de la creciente violencia y persecución, las comunidades luchan por recuperar sus territorios y gestionar sus recursos naturales. Se hace un llamado urgente a cambiar el modelo extractivista por uno de desarrollo humano sustentable.