Este análisis critica las contradicciones y actitudes del gobierno de Evo Morales, especialmente en la relación con sus colaboradores y el manejo de la industria hidrocarburífera. Se destacan las incoherencias en la gestión del Ministerio de Hidrocarburos, particularmente con la salida de Andrés Soliz Rada, ex Ministro del sector, quien fue reemplazado en medio de disputas políticas.
La crítica señala la complacencia de figuras políticas y las transnacionales ante esta salida, mientras se cuestiona la protección innecesaria de funcionarios incompetentes dentro de YPFB y la Superintendencia de Hidrocarburos. En conjunto, el texto apunta a la falta de coherencia y las fallas en la administración gubernamental, que ponen en evidencia las tensiones internas y las consecuencias de decisiones equivocadas en el manejo de los recursos naturales.