El debate sobre la «confiscación» de ingresos por parte de las prefecturas, especialmente en la “media luna”, carece de fundamentos técnicos, ya que los datos muestran que, a pesar de una aparente disminución en los ingresos de 2008, en realidad, los departamentos bolivianos han recibido más recursos en total.
La redistribución del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) ha beneficiado a los municipios, que han visto aumentar su parte del presupuesto, mientras que los prefectos de la media luna abogan por un mayor control sobre esos recursos.
El principal argumento de los prefectos, que denuncia una «confiscación» para financiar la Renta Dignidad, se desmiente al revisar que las prefecturas han tenido la capacidad de ejecutar solo un porcentaje reducido de los ingresos.
A pesar de las críticas, el gobierno ha propuesto revisar la redistribución del IDH, aunque estas propuestas han sido rechazadas por los prefectos. Su resistencia parece estar más relacionada con mantener el control del IDH que con la mejora del bienestar en sus regiones.