Bolivia se encuentra en un proceso de cambio significativo, marcado por la recuperación de recursos naturales y la nacionalización de hidrocarburos. En mayo, el Estado logró recuperar hasta el 100% de las acciones en diversas empresas privatizadas, incluyendo la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL).
Sin embargo, el gobierno de Evo Morales enfrenta desafíos políticos, ya que la oposición ha desatado una ola de políticas que incrementan los precios, buscando desestabilizar al gobierno. A pesar de estos obstáculos, el país sigue adelante con la reestructuración de sectores estratégicos, como el minero, aunque este proceso es más lento y complejo.
La nacionalización está íntimamente relacionada con las movilizaciones sociales y la lucha por establecer un nuevo marco político que refleje las demandas de las bases populares, mientras el gobierno intenta equilibrar el diálogo con las oligarquías.
