El gas natural es un recurso energético estratégico que satisface alrededor del 24% de las necesidades energéticas globales, con una participación similar en América Latina y el Caribe (23%). Según datos de 2003, las reservas mundiales de gas natural alcanzaban los 175,8 billones de metros cúbicos, y la tasa de extracción anual era de aproximadamente 2,7 billones de metros cúbicos, lo que sugiere una vida útil de más de 65 años al ritmo de extracción de ese año. Sin embargo, si la extracción se incrementara a una tasa anual del 2,3%, como se proyectó en 2004, y no se descubrieran nuevas reservas, las reservas mundiales de gas podrían durar solo unos 40 años.
En cuanto a la distribución geográfica de las reservas, más del 40% de las reservas certificadas de gas natural se encuentran en países del Medio Oriente, seguidas por la Federación Rusa (27,3%) y Asia/Pacífico (8,4%). América Latina y el Caribe poseen solo el 4,2% de las reservas globales, pero una gran parte de este porcentaje se concentra en Venezuela (57,1%), Bolivia (10,6%) y Trinidad y Tobago (10%). En particular, Sudamérica concentra el 84,4% de las reservas de gas natural en la región, lo que otorga una gran relevancia a estos países en términos de seguridad energética global.