La seguridad jurídica de las inversiones de las multinacionales se sostiene en una extensa red de convenios y acuerdos que les permiten tutelar sus derechos sin suficientes contrapesos.
El Derecho Internacional de los Derechos Humanos carece de mecanismos para someter a las corporaciones a control, ya que tanto las legislaciones nacionales como los sistemas de protección de derechos humanos no pueden contrarrestar la fuerza del Derecho Comercial Global. De este modo, la nueva lex mercatoria prioriza los intereses de las empresas extranjeras sobre la seguridad de las personas en América Latina.