Evo Morales anunció una nueva etapa de nacionalización y la industrialización del gas en Bolivia. Sin embargo, a pesar de los anuncios desde 2006, los avances han sido limitados.
El gobierno prometió un «salto industrial» durante su reelección, pero la mayoría de las acciones se han centrado en la instalación de plantas de separación de líquidos, que no representan una verdadera industrialización del gas. Aunque se busca aumentar la producción de GLP, estos proyectos no logran transformar el gas natural en productos de mayor valor agregado.