Los Hechos En nuestro boletín anterior comentábamos la relativa buena noticia que significaba la aprobación congresal (en los Estados Unidos) de la ley de preferencias arancelarias para países andinos (ATPA), y el hecho de que muchos productores se estaban preparando para aprovechar dicha apertura. Comentábamos también que la buena noticia queda amortiguada si se tiene en cuenta que con la llegada del ALCA las ventajas del ATPA se revertirían drásticamente.
Pero un análisis más profundo (en base a noticias de la prensa peruana, pues la boliviana sólo ha publicado los elementos más superficiales de la nueva ley) nos permite ser más escépticos e incluso calificar la «preferencia» norteamericana como una trampa.