El 30 de abril de 2021, el gobierno boliviano anunció el relanzamiento del proyecto de industrialización del litio con una convocatoria internacional para empresas que desarrollan la Extracción Directa de Litio (EDL). Poco después el expresidente de la empresa pública Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Marcelo Gonzales, afirmó que la tecnología aplicada desde 2008 a 2020 en Uyuni tenía una obsolescencia de 40 años y que en su aplicación se pierde “el 40% de los componentes que sonimportantes en la industrialización”. Un cambio radical de tecnología de explotación de los recursos evaporíticos significa nuevas implicaciones para las comunidades y el medioambiente. Sin embargo, la decisión no fue socializada y sus bases no fueron puestas a consideración de ninguna instancia académico-científica independiente.
Frente a este anuncio, el investigador en recursos naturales de CEDIB Gonzalo Mondaca analiza de forma exhaustiva la situación del proyecto del litio, y la forma en que se está llevando a cabo este nuevo enfoque tecnológico sin un horizonte científico técnico claro por la falta de asesoriamiento desde que en 2012 se eliminó el Comité Ciéntífico para la Investigación e Industrialización de los Recursos Evaporíticos de Bolivia.
Tras millonarias inversiones realizadas por más de una década, técnicos y científicos han advirtido en numerosas ocasiones sobre fallas técnicas en el proyecto boliviano, que tenía una tasa de recuperación de litio menor al 50%. Frente a estos cuestionamientos la respuesta del gobierno fue eliminar el Comité Ciéntífico para la Investigación e Industrialización de los Recursos Evaporíticos de Bolivia. Debido a esta decisión, el proyecto estatal ejecutó apenas el 54,79% del total asignado hasta 2021, recuperando solamente un 3,36% de la inversión.
El autor también llama la atención de la falta de claridad sobre impactos ambientales, sobre todo por consumo de agua, y la poca información que se ha entregado a la población aledaña al salar.