La vigencia del modelo neoliberal en Bolivia ha perpetuado condiciones laborales precarias en las cooperativas mineras, donde muchos trabajadores enfrentan graves riesgos. Desde 1985, el neoliberalismo ha fomentado el predominio del capital privado, especialmente extranjero, en la producción y exportación minera.
Las cooperativas mineras surgieron como un refugio para los trabajadores despedidos de las empresas estatales, absorbiendo la presión del desempleo, pero también reflejan el costo social del modelo. Así, las cooperativas se convierten en una parte integral del sistema neoliberal en el sector minero.