¿AUTOGOLPE EN BOLIVIA?
Lo sucedido este 26 de junio con la toma de la Plaza Murillo por un contingente militar ha generado mucha incertidumbre y extrañeza en Bolivia y a nivel internacional.
A pesar de las dudas aún existentes, queda claro que estas acciones no pueden ser llamadas golpe, que su protagonista ha señalado al propio presidente como parte de quienes decidieron la toma, que se ha profundizado la fragilidad de las instituciones democráticas y que el real temor de la población son los impactos de la crisis económica.
Compartimos un primer análisis de estos hechos.