Sétimo día. Situación se agudiza en Cajamarca, pues manifestantes no retroceden en sus demandas. El grito que persiste es «Conga no va». Sin embargo, el alcalde Ramiro Bardales anunció que viajaría a Lima para dialogar con el gobierno. Hasta altas horas de la noche, el presidente regional y dirigentes del frente de lucha se reunían para decidir si también accedían al diálogo.

La multitud que ayer abarrotó la plaza de armas de Cajamarca retrataba el rechazo de su población ante el anuncio de Yanacocha de suspender las operaciones de Minas Conga. Lo que ellos buscan –repiten incansables– es que el Ejecutivo resuelva la nulidad del proyecto al decretar su inviabilidad. Cientos, y hasta miles de cajamarquinos, de la capital y otras provincias, se concentraron en una movilización que gritaba al unísono: “Conga no va”.

Muy temprano, en Celendín, el alcalde provincial Mauro Arteaga García abandonó la provincia con rumbo a Chachapoyas, temeroso por su vida, pues algunos lugareños lo habían amenazado de muerte «porque recibió dinero de la minera», y por eso –sustentan– marcaba distancia con este conflicto. “Estoy dando un paso al costado”, declaró.

Lo que sorprendió con el correr de las horas fue el anuncio del alcalde de Cajamarca, Ramiro Bardales, al señalar que una delegación de autoridades locales viajaría a Lima para dialogar con el gobierno, cuando a lo largo de toda la jornada el presidente regional Gregorio Santos y los dirigentes de los frentes descartaban ese escenario. Pero en horas de la noche se reunieron para contemplar esa posibilidad.

Lo expresado por Bardales fue ratificado por Víctor Caballero, jefe de la Oficina de Conflictos Sociales de la Presidencia del Consejo de Ministros.

Horas antes, durante su intervención en un mitin en el centro histórico, el ambientalista Marco Arana indicó que el Comité Cívico Unitario evalúa tomar medidas legales contra Yanacocha, al considerar que la compañía violentó el espacio de intangibilidad de las lagunas decretado por el municipio de Celendín en el 2004.

Las organizaciones sociales, comunidades, autoridades y gremios también exigieron la modificatoria constitucional para que no se autoricen concesiones mineras en las cabeceras de cuenca.

En el sétimo día de paro regional se dio paso a la recolección de insumos médicos y víveres para los campesinos asentados en los alrededores del campamento minero, y que vigilan que personal y maquinaria de la minera no ingresen.

Aunque sus pedidos pasaron inadvertidos, Santos y Arana demandaron liberar los caminos bloqueados para permitir la libre circulación de transportistas, comerciantes, turistas y ciudadanos.

En Celendín y Cajamarca se prepararon ollas comunes para la alimentación de los manifestantes que se desplazaron desde diversas comunidades.

Por su lado, Agustín Moreno, jefe de la Defensoría del Pueblo de Cajamarca, dijo que las ambulancias de hospitales y centros de salud estarían a punto de agotar sus reservas de combustible, imposibilitadas –de momento– de asistir una emergencia médica.

A su turno, vecinos del barrio Pueblo Nuevo denunciaron que personal de la Dinoes hirió a Abel Barreto Balta. Es decir, la mecha sigue prendida.❧

CGTP:»El pueblo es el que debe decidir si Conga va o no va»

El secretario general de la Central General de Trabajadores del Perú (CGTP), Mario Huamán, reclamó que es necesario realizar un nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA) a cargo de entes independientes, para saber si la ejecución del proyecto de minas Conga es o no viable.

Sin embargo, aseguró que, al margen de los resultados del mismo, será el pueblo el que tome la decisión final.

En esa línea, recordó que el presidente Ollanta Humala ya ha establecido que en el país solo se va a desarrollar una minería responsable y eso –dijo– implica una consulta previa y un reordenamiento territorial.

Momentos antes de encabezar la marcha de rechazo al actual gobierno, Huamán señaló que la suspensión momentánea del proyecto es un «avance insuficiente».

Diario La República-Lima 01.12.2011