La industrialización del gas en Bolivia, parte de la Agenda de Octubre, ha avanzado lentamente, con solo anuncios de procesos básicos. El proyecto de urea en Bulo Bulo, previsto para 2015, se ha reducido a la producción de urea y amoniaco, mayormente para exportación a Brasil. Esto plantea desafíos de transporte y un mercado saturado debido a la proliferación de plantas de urea en otros países.
Las otras iniciativas, que buscaban satisfacer el mercado interno, han sido ignoradas, dejando a Bolivia dependiente de la exportación.