UNA GUERRA PERDIDA
Michael Levine, agente renegado de la DEA, la llama una «guerra falsa»; pero, aunque fuera verdadera, no se puede discutir que jamás en la historia de la humanidad se ha derrochado tanto dinero, esfuerzo y tiempo en una causa perdida, y a sabiendas, pues es una guerra que no se puede ganar porque no se la quiere ganar. Cada día crece más la producción de cocaína, por la simple razón de que cada día hay más consumidores; pero los adictos echan todo el fardo sobre las espaldas de los dueños de la materia prima, la hoja de coca, que es un cultivo tradicional con profundas raíces culturales y un alto sentido ritual. La razón de ser de la hoja mágica ha sido desvirtuada por las desajustadas sociedades desarrolladas, que la han convertido en un negocio y en un vicio.