Durante el racionamiento de noviembre en La Paz, el gobierno declaró emergencia nacional debido a preocupaciones sobre la minería y sus impactos en las fuentes de agua. La controversia se centró en las inversiones chinas en el nevado Illimani, clave para la agropecuaria en Palca, pero no directamente para el abastecimiento de agua en La Paz o El Alto. Sin embargo, las fuentes de agua futuras para estas ciudades están en el norte, en la Cordillera de los Andes.
Aunque la minería no causó el racionamiento actual, sus impactos en la calidad del agua y la escasez son preocupaciones importantes que afectan a la población urbana más de lo que se cree. Este artículo explora estos riesgos y su relevancia para la calidad del agua.
Un caso relevante, y que se aborda en el siguiente documento, es una mina que cerró hace más de 30 años, cuyos impactos económicos y en la calidad del agua y los alimentos siguen afectando a La Paz: caso de la mina Hampaturi.