BOLIVIA rechaza informe de EEUU y defiende el acullico (Cambio 09/03/2012)
“Es la Política fallida que está en otros países de la región andina; y los hechos, los números, son los que muestran los resultados de la lucha contra las drogas”, señaló Núñez.
LA PAZ
Cambio
El viceministro de Coca y Desarrollo Integral, Dionisio Núñez, rechazó ayer el informe de Estados Unidos, que reprobó el avance de la lucha antidroga en Bolivia.
El departamento de Estado, en su informe de ‘Estrategia para el Control Internacional de Narcóticos’, publicado el miércoles, califica de “fracaso demostrable” la labor antidrogas de Bolivia.
En ese contexto, Núñez afirmó que “en los últimos años (Estados Unidos) no ha entendido, no ha valorado el esfuerzo que hace el Gobierno boliviano y las organizaciones sociales en el tema de erradicación y reducción del narcotráfico”.
Explicó que en Bolivia, desde el año 2005, las propias organizaciones cocaleras que antes se resistían a las políticas estatales de erradicación o sustitución ahora coadyuvan en poner límites en la producción de coca en Cochabamba y Yungas.
Además apoyan las políticas de erradicación de plantaciones de coca excedentaria. En ese contexto, destacó los avances históricos en la lucha antidroga y sin la ayuda de EEUU, desde la salida del país de la Agencia Antidrogas (DEA).
Erradicación histórica
En 2011, la erradicación de plantaciones de coca ilegales en Bolivia llegó a su punto más alto. Batió el récord con las 10.460 hectáreas de cultivos excedentarios erradicados.
El informe ‘Estrategia para el Control Internacional de Narcóticos’ de EEUU no toma en cuenta ese indicador.
En ese contexto, Núñez desvirtúa el informe de EEUU y más bien culpa al Gobierno del país del norte de fallar en su política de lucha antidrogas.
Dijo que EEUU no disminuye la demanda del clorhidrato de cocaína, que fomenta la producción sin tomar en cuenta las consecuencias en los países de tránsito como en México, donde genera mucha violencia.
Campaña negativa
Según el Viceministro, este tipo de posturas es parte de una campaña negativa de países como EEUU, que no quieren que se toque ese punto en la 55 Asamblea de la Comisión de Estupefacientes de la Organización de Naciones Unidas y los logros que se puedan conseguir.
“El paso que va a seguir Bolivia, al decir ‘yo me adhiero nuevamente a la convención’, puede ser seguido por otros países y otros temas. Por eso existe un temor por estos países, pero estamos siguiendo un procedimiento que la misma convención fija”, dijo Núñez.
Convención arcaica
Respecto de los alcances de la Convención de 1961, Núñez señaló que ésta ya es “muy arcaica” y hay que adecuarla a la realidad social.
“Las metas que la convención ha fijado, que eran reducir las drogas en el mundo, no se han cumplido porque hay más países productores y más consumidores”, dijo.
El lunes, el presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, liderará en Viena, Austria, la demanda de Bolivia de despenalizar el masticado de la hoja de coca ante las Naciones Unidas.
Montaño dice que es injerencia
La presidenta de la Cámara de Senadores, Gabriela Montaño, afirmó que Bolivia no admitirá injerencia de Washington en sus decisiones soberanas sobre cómo enfrentar el narcotráfico.
Montaño agregó que Bolivia no acepta calificaciones de nadie, “menos de un país que no ha logrado disminuir el consumo de drogas ni un solo gramo, sino que más bien lo ha aumentado”, según ABI.
El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, dijo que Bolivia obtuvo resultados “concretos” en materia de lucha antinarcóticos.
Por su lado, el senador Marcelo Antezana (CN) indicó que no se debe desmerecer el uso de la coca en Bolivia, pero que “el Gobierno debiera aceptar la ayuda de Estados Unidos para eliminar la coca del Chapare, que es utilizada para la elaboración de la cocaína”.