Gobierno disfrazado de indígena reprimió marcha indígena en forma caótica y salvaje
Pablo Villegas (CEDIB)
Pero movilizaciones de San Borja y Rurrenabaque liberan a prisioneros y ponen en fuga a la policía.
Una vez que concluyó la operación represiva, el gobierno pretendió trasladar a los prisioneros hacia San Borja sin prever la solidaridad de este pueblo con los marchistas que se manifestó en una acción popular masiva que impidió el paso de los buses con los prisioneros. Esto obligó a los represores a dirigirse a Rurrenabaque, donde otra vez se hizo evidente el desorden y salvajismo con que actuaron las fuerzas de represión; a los prisioneros no se les permitía ni ir al baño y entre ellos habían “caras destrozadas” y otros heridos entre ellos ancianos y niños, y las torturas continuaban contra ellos, como denunciaron los prisioneros.
Finalmente, el pueblo de Rurrenabaque se movilizó hacia el aeropuerto con el fin de impedir que los prisioneros fueran trasladados del lugar y pusieron en fuga a la policía y lograron liberar a los prisioneros.
La forma caótica en que tuvo lugar la acción de la policía muestra que los indígenas no tenían la más mínima intención de realizar acciones violentas, pues si hubieran estado preparados para estas acciones los resultados habrían sido diferentes para la propia policía. Esto muestra que todas las acusaciones del gobierno contra la marcha fueron falsas y que solo tenían la intención de justificar una agresión violenta contra los marchistas.
El gobierno por su parte, hasta ahora, no ha podido dar una versión oficial de los hechos, lo cual muestra que el país es halla en una crisis política muy grave
La represión contra la marcha ha provocado la masificación del movimiento nacional a favor de los indígenas, para el día de hoy los siguientes días están anunciadas numerosas marchas hacia La Paz y reuniones de organizaciones de bases para tomar acciones de hecho.