Bolivia demanda en Copenhague soluciones estructurales para atenuar calentamiento global
Pablo Solón Romero, embajador boliviano ante las Naciones Unidas (ONU).
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Copenhague, 9 dic.- El embajador boliviano ante las Naciones Unidas (ONU), Pablo Solón, afirmó que es irracional pensar en soluciones a medias para atenuar el calentamiento global y los desastres naturales, en el marco de la Cumbre por el Cambio Climático que se desarrolla en Copenhague.
En una entrevista concedida a la periodista Jimena Villegas del Programa Nacional de Cambio Climático parangonó lo que sucedería con este problema mundial si no se adoptan soluciones estructurales con la decisión de tomar un viaje en una aeronave que tiene sólo el 50% de probabilidades de aterrizar.
¿Enviarías a tus hijos en un avión con sólo 50% de probabilidades de aterrizar?, cuestionó Solón y argumentó la necesidad de medidas mundiales para encarar el problema.
Periodista (P).- ¿Cuáles son los temas más importantes en las negociaciones?
Pablo Solón (PS).- Uno de los grandes temas sobre la mesa es el futuro del Protocolo de Kyoto. Los países desarrollados están tratando de matar el Protocolo de Kyoto y reemplazarlo con un nuevo acuerdo que diluya sus responsabilidades históricas en la crisis climática.
Los países del norte sostienen que debe haber un nuevo tratado que remplace el enfoque de tratamiento diferenciado a países desarrollados y en desarrollo sobre la base del principio de responsabilidad común pero diferenciada.
En el protocolo de Kyoto solo los países desarrollados hacen compromisos obligatorios de reducciones de gases de efecto invernadero porque ellos son los responsables de la gran mayoría de las emisiones históricas acumuladas en la atmosfera.
Ahora plantean que todos hagan compromisos sin tomar en cuenta donde se originó este problema.
El otro gran tema son las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero. Los países del norte hablan de estabilizar las emisiones en 450 ppm (partes por millón) para limitar el calentamiento global a un incremento promedio de 2 grados centígrados (ºC).
Sin embargo, los científicos dicen que a 450 ppm y 2ºC de incremento en la temperatura sólo hay una probabilidad del 50% de que el calentamiento global no provoque una catástrofe irreparable en el plantea.
Es un riesgo enorme. ¿Usted enviaría a sus hijos en un avión que tiene sólo el 50% de posibilidades de aterrizar? Lo responsable es reducir las emisiones a 300 ó 350 ppm y limitar el calentamiento global entre 1º a 1,5º C. Es necesario destacar que 2º C de incremento promedio mundial significa para el África 3º C o más.
(P).- Bolivia ha hablado mucho sobre la deuda climática. ¿Qué es eso?
(PS).- La idea de deuda climática tiene por objeto destacar la profunda injusticia que hay detrás del cambio climático: ya que los menos responsables del cambio climático son las que más sufren sus efectos.
Históricamente, los países desarrollados, con menos del 20% de la población mundial son responsables de más de tres cuartas partes de los gases de efecto invernadero en la atmósfera.
La deuda climática tiene dos componentes: la «deuda de emisiones», es decir, privar a los países más pobres del derecho a un desarrollo futuro y a un acceso equitativo de la atmosfera, y una «deuda de adaptación», que obliga a los países en desarrollo a gastar grandes recursos de dinero en paliar los efectos de una crisis ambiental que no han provocado.
Es fundamental que esta deuda climática sea reconocida y pagada con compromisos reales de reducción y absorción de gases de efecto invernadero y una adecuada y suficiente financiación, incluida la transferencia de tecnología para construir economías bajas en consumo de carbono.
(P).-¿Qué piensa sobre el uso de mecanismos de mercado, como el comercio de carbono, para hacer frente a la crisis climática?
(PS).- No creemos que el marco actual de mecanismos de mercado ofrezca una solución. No es responsable emplear los mismos mecanismos que causaron la crisis financiera para hacer frente a otro de los problemas más graves de nuestro tiempo. No podemos jugar con las vidas de esta manera. El cambio climático se debe enfrentar de manera planificada, a través de un acuerdo vinculante y no mediante la ley de la oferta y la demanda.
La cuestión de fondo es cómo reducir las emisiones. Los mecanismos de mercado permiten a los países ricos evadir sus responsabilidades comprando a través de certificados reducciones que en realidad se realizan en los países en desarrollo. A pesar de que ellos crearon el problema, están buscando que quienes hagan la limpieza sean los países en desarrollo.
(P).-¿Cuál es la posición de Bolivia sobre el programa REDD (Reducción de Emisiones de la Deforestación y Degradación de los Bosques)?
(PS).- Los países, como Bolivia, que han conservado y mantenido sus bosques, deben ser reconocidos y compensados. Pero, es importante que estos programas sean dirigidos por los Estados, junto con las comunidades indígenas y las comunidades que viven en los bosques. No puede ser que a través del REDD se cree un negocio para instituciones privadas y ONGs. Los recursos deben ser movilizados mediante mecanismos que no dependan del mercado.
(P).- Se habla de que la cumbre de Copenhague producirá una «declaración política» en lugar de un acuerdo. ¿Qué diferencia hay?
(PS).- Una enorme. Una declaración política no es vinculante, no es obligatoria. Lo bueno del Protocolo de Kyoto es que es vinculante. Estados Unidos dice que reducirá sus emisiones en un 17%, pero no hay nada que podamos hacer si no cumple. Los compromisos de un tratado son diferentes.
La idea de una declaración política surge porque los países desarrollados no están dispuestos a hacer los compromisos necesarios para reducir sus emisiones y están tratando de diluir los compromisos existentes. Necesitamos compromisos vinculantes en un protocolo vinculante.
(P).-¿Qué espera en términos de tácticas de negociación de los países desarrollados?
(PS).- Estamos viendo toda gama de tácticas, como las que se ven regularmente en la OMC. Intentos de dividir a los países en desarrollo. Documentos que se negocian de manera poco transparente. Y lo que es un peligro que se ha denunciado, es que los países desarrollados hagan aparecer a ultimo momento una «declaración política», diciendo que se trata de la última oportunidad y presionen a los presidentes del resto de los países a que firmen el documento.
Usarán la táctica de la culpa, diciendo a los países en desarrollo si no lo firman serán responsables por el fracaso de las negociaciones. Por eso es crucial mantener unido al Grupo de los 77, junto con China, para tener una voz clara y fuerte.
(P).- Bolivia en las Naciones Unidas también propone una Declaración de Derechos de la Madre Tierra. Háblenos de eso?
(PS).- La crisis climática nos plantea un reto fundamental que es la necesidad de restablecer la armonía con la naturaleza. Vivimos una crisis ambiental porque dicho equilibrio se ha roto debido a que tratamos a la naturaleza como si fuera un objeto y no como si fuera nuestro hogar.
Los seres humanos creemos que somos los únicos que tenemos derechos y que nuestra Madre Tierra no tiene ningún derecho.
Esto se ve no sólo a nivel del cambio climático sino en el hecho de que estamos consumiendo mas de lo que el planeta y la biodiversidad en su conjunto es capacidad de regenerar. Si seguimos así, vamos a necesitar otro planeta.
Bolivia ha propuesto en la ONU una declaración de los Derechos de la Madre Tierra, que se inspira en los valores indígenas y se guía por la necesidad de profundizar y superar el concepto de desarrollo sostenible desde la perspectiva no sólo del ser humano, sino también de la naturaleza, asumiendo que somos parte de un solo sistema interdependiente. (ABI)