Bolivia: estudio analiza mecanismos del comercio ilegal de mercurio (Mongabay, 14.4.20)
- En los últimos cinco años Bolivia se ha convertido en el segundo país con mayor importación de mercurio en el mundo.
- Diferencias en las cifras de importación y exportación revelan posible comercio ilegal del producto.
En el 2015, Bolivia importó 151 toneladas de mercurio, 12 veces más de lo adquirido el año anterior, un incremento que se dio cuando Perú prohibió la importación de este metal pesado directamente ligado a la extracción de oro.
Desde entonces, Bolivia se ha convertido en el segundo importador de mercurio a nivel global, aunque la cantidad que importa está muy por encima de lo que requiere la minería de oro artesanal y de pequeña escala en ese país.
Estas variaciones en el comercio de mercurio, así como los actores que intervienen en su comercialización, han sido el centro del estudio publicado hoy por la Fundación del Comité de los Países Bajos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN-NL).
Se trata de una investigación desarrollada en ocho países con una presencia significativa de minería artesanal y de pequeña escala –Bolivia, Guyana, Surinam, Kenya, Tanzania, Uganda, Burkina Faso y Filipinas– que muestra cómo se realizan las importaciones formales e informales, cuáles son las rutas comerciales, cómo funciona la cadena de suministro y quiénes son los actores involucrados en el lucrativo negocio del mercurio.
Lee más | Minería y megaproyectos invaden ‘Corazón del mundo’ de Colombia
Bolivia: el centro de la importación en Latinoamérica
“Perú era el centro del comercio de mercurio, pero tras la ratificación del Convenio de Minamata y su implementación, Bolivia se convirtió en el nuevo centro de esta actividad”, señala Mariel Cabero, experta en Justicia Ambiental de la UICN-NL
Cabero explica que la investigación permitió descubrir que existen discrepancias entre los reportes oficiales de importación de mercurio y las cifras de exportación del país que vendió el insumo, además que también hay estas diferencias entre las entidades estatales de los países.
Los números tampoco coinciden cuando se compara el uso estimado de mercurio con la producción de oro. “Algunos países importan más mercurio del necesario para su producción de oro y otros importan menos de lo que se necesita para su sector”, explica el artículo titulado Abrir la caja negra: información local en el comercio global formal e informal de mercurio, publicado por UICN-NL.
Oscar Campanini, director del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), precisa que la data utilizada proviene del Instituto Nacional de Estadísticas que publica las cifras de las importaciones anuales. Esta información se comparó con la que corresponde a las exportaciones de México, el principal abastecedor de mercurio a Bolivia. “Comparamos y vimos deficiencias y diferencias. Desafortunadamente en el comercio de mercurio hay información poco precisa”.
Campanini también menciona que la solicitud de información presentada a la Aduana Nacional, organismo estatal que registra las importaciones, no fue atendida. La justificación que esta entidad les dio fue que los datos de los usuarios que pagan impuestos es restringida.
El director de Cedib explica que el volumen de importaciones que se reporta desde Bolivia es mayor que el registro de exportaciones desde México. “Las razones para esta diferencia pueden ser varias. Una de ellas puede ser un mal registro en Aduana. También está la posibilidad de que con los acuerdos de Minamata se tienda a ocultar su ingreso, considerándolo en una categoría incorrecta”.
Según el informe, cuando el mercurio entra a través de los puertos formales, se dan casos de una mala declaración, pasando la aduana sin que se note o con la benevolencia de funcionarios que aceptan sobornos para permitir el ingreso del insumo.
En el caso del ingreso informal –señala el reporte– se utilizan vías similares a las de otros productos de contrabando, principalmente en las capitales y las ciudades más grandes del país.
Marco Antonio Gandarillas, responsable de Incidencia Política del Cedib, señala que el Estado boliviano debería tener el control sobre el comercio de mercurio porque dispone de la información. “Los datos que se mencionan en el estudio son preocupantes, sobre todo ese crecimiento de los últimos cinco años. Bolivia absorbe una cantidad desmesurada de mercurio que se mueve por vía terrestre y en transporte masivo”.
Lee más | Mapa matsés: un esfuerzo del pueblo indígena para defender su territorio
El comercio ilegal en las fronteras
Un total de 37 empresas importaron formalmente mercurio a Bolivia entre el 2015 y el 2018. Nueve de ellas adquirieron el 84% de este metal y solo 3 son responsables del 50% de las importaciones, señala el estudio de UICN-NL.
Del total de empresas importadoras, cuatro tienen vínculos con el sector minero peruano y podrían estar vinculadas a importaciones tanto formales como informales en el Perú, resalta el estudio.
“El mercurio ingresa por Bolivia y llega de forma ilegal a Perú”, dice Campanini sobre el tráfico de mercurio que permitiría la venta de este insumo en el Perú. “En la investigación hay indicios sólidos para decir que sí existe este fenómeno”, agrega.
Campanini agrega que de las cuatro exportadoras de Bolivia que tienen relación con Perú, dos están asociadas a grandes comercializadoras peruanas. Otras dos –dice– tienen entre sus socios a peruanos que presentan antecedentes de actividades ilegales como contrabando de insumos químicos para el narcotráfico.
La historia en 1 minuto: Nuevas esperanzas para la rana gigante del Titicaca | VIDEO. Video: Mongabay Latam.
Gandarillas señala que se trata de redes transnacionales y cadenas globales que no afectan a un solo país ni a una región. El comercio de mercurio –agrega– es una actividad gravemente contaminante que va por varios territorios del país y por acción permisiva del Estado.
“La mayor parte del comercio es informal”, señala el estudio y agrega que la cadena de suministro se basa en la confianza y en redes que son difíciles de infiltrar o comprender.
La fiscal Karina Garay, de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Madre de Dios, confirma que el mercurio entra clandestinamente desde Bolivia hacia Perú. “En la reunión de trabajo que tuvimos durante la sesión del Convenio de Minamata, Bolivia confirmó que no hace trazabilidad al mercurio que entra a su país”.
Garay señala que el insumo ingresa principalmente por Puno, región fronteriza con Bolivia. Desde allí –comenta la fiscal– se traslada a los lugares donde se realiza la minería ilegal tanto en Puno como en Madre de Dios. “El mercurio se trafica en botellas de gaseosa y de yogurt. En los operativos que hemos hecho, la mayoría de las personas intervenidas con mercurio ilegal son de Puno”.
La historia en 1 minuto: Bolivia: dragas mineras y mercurio aumentan en ríos amazónicos. Video: Mongabay Latam.
Mariel Cabero de UICN-NL explica que en este negocio ilegal quienes más se benefician son los exportadores e importadores, mientras que los mineros están al final de la cadena de comercialización. “Es una red criminal grande, poderosa, que maneja todo esto y es difícil salir porque no hay alternativas accesibles”.
A inicios de marzo, Bolivia recibió a representantes y expertos de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), con el fin de coordinar el Plan de Acción Nacional (PNA) sobre el mercurio usado en minería de oro.
En la cita, el viceministro de Medio Ambiente, Biodiversidad, Cambios Climáticos y de Gestión y Desarrollo Forestal (VMABCCGDF), Alfredy Álvarez Saavedra, dijo que se está dando continuidad a algo que en el anterior Gobierno no le dieron importancia. “El mercurio es muy peligroso, estas son las primeras acciones consolidadas con las cooperaciones que estamos haciendo para el beneficio de la ciudadanía”, dijo con respecto a alas acciones que se tomarán para cumplir con el Convenio de Minamata.
Lee más | Ecuador: erosión de la cascada San Rafael rompe oleoductos y contamina el río Coca
Guyana y Surinam
El investigador Bram Ebus, que estuvo a cargo de la investigación en Sudamérica, se refiere a los casos de Guyana y Surinam. La importación de mercurio está autorizada en Guyana, mientras que en Surinam esta actividad está prohibida. “En ambos países la minería es dominante”.
En la región, Guyana es el único país donde se puede importar mercurio con relativa facilidad, señala el estudio. En ese país también se presentan importaciones informales que no son interceptadas por las autoridades.
Según la investigación, ese mercurio entra al país de manera informal desde China en portacontenedores, además, la subfacturación y las subdeclaraciones o declaraciones erróneas parecen ser una práctica común.
En cuanto a Surinam, en ese país se requiere licencia especial para importar este insumo, pero desde el 2003 no se ha otorgado ninguna. “Debido a que Surinam tiene un sector de minería artesanal bastante grande y casi todos los mineros usan mercurio, se puede suponer que todo el mercurio ingresa al país de manera informal”, se explica en el estudio publicado.
El comercio informal de mercurio a nivel mundial tiene las mismas características -dice Barbara Hendus, autora principal del estudio- y están conectados a actividades ilegales como el narcotráfico y el tráfico de personas. «Existen muchas similitudes en el comercio de mercurio entre todos los países investigados».
Abordar el comercio informal desde diferentes perspectivas incluyendo a todos los actores es una necesidad para enfrentar la ilegalidad presente en este lucrativo negocio.
Imagen principal: Minería ilegal en la Amazonía peruana. Foto: Rhett A. Butler / Mongabay.